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Los requisitos administrativos frenan las catas para buscar un castro en El Cueto

El Principado exige un anteproyecto de obra para permitir los sondeos, que el promotor ve claves para saber cómo actuar

La búsqueda del castro del pico El Cueto de Lugones tendrá que esperar. El propietario del antiguo monasterio de El Cueto, el empresario Jorge Sandoval, y el arqueólogo Alfonso Fanjul solicitaron permiso para realizar unos sondeos en los terrenos a fin de constatar si hay algún resto de edificaciones antiguas, pero los requisitos administrativos impuestos por la Consejería de Cultura del Principado de Asturias han frenado por ahora, y durante varios meses, la ejecución de esas catas.

Según explica el propio Sandoval, las trabas se refieren a la ausencia de un anteproyecto de un edificio que el empresario pretende construir en la parcela para albergar un museo de la Guerra Civil. A ojos de la administración, el anteproyecto de esa obra es indispensable para conceder el permiso para los sondeos, mientras que el empresario defiende que, sin las catas, no se puede hacer un proyecto realista.

"Es la pescadilla que se muerde la cola", lamenta Sandoval. Y es que en el caso de que se encuentren restos de ese castro, de cuya existencia hay indicios sólidos, la intervención variaría de manera radical.

"La obra cambiaría por completo, por eso planteamos un sondeo preliminar, antes de empezar las obras", corrobora Fanjul. De hecho, el arqueólogo ya tenía todo preparado para ejecutar los sondeos este mismo verano, pero las trabas administrativas le han hecho desistir. "Hablamos de muchos meses de espera, porque el anteproyecto lleva su tiempo. Pero es que después tiene que pasar por el Ayuntamiento, donde seguramente tardarán varios meses en contestar, y de ahí a la Consejería", explica el arqueólogo.

Para Sandoval, el problema ya no son los plazos, sino el coste de contratar un proyecto sin saber previamente lo que se podrá hacer y lo que no. "Hablamos de una zona en la que se han removido mucho las tierras, primero en la Guerra Civil, con las trincheras, y luego en la posguerra. No sabemos si queda algo, pero consideramos que los sondeos son necesarios independientemente de si se va a construir algo allí o no. No entendemos por qué no pueden hacerse independientemente del proyecto", afirma.

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