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CARLOS S. RIONDA | Ingeniero originario de Noreña y pregonero del Ecce Homo

"Los Rionda siempre conservamos la idea de que Noreña era especial, idea que nunca murió"

"A Miami me llevaría los productos cárnicos de la villa y las montañas asturianas" "Asturias se ve en EE UU como un lugar lindo"

Carlos S. Rionda, ante el monumento a su antepasado Pedro Alonso, en Noreña. F. T.

Carlos S. Rionda, ingeniero norteamericano de 68 años, será el pregonero de las fiestas del Ecce-Homo. Descendiente de la familia de indianos que impulsó obras como la traída de aguas a Noreña o la Fundación Rionda, visitó en abril la Villa Condal, tras varios años de ausencia. Desde su domicilio en Miami, Rionda atiende a LA NUEVA ESPAÑA.

-Antes de nada, enhorabuena por la elección. ¿Qué pensó cuándo le propusieron ser el pregonero?

-Gracias. Pensé que era un honor para un nieto del noreñense Silvestre Rionda.

-¿Qué supone para usted que le pidan abrir las fiestas del Ecce-Homo?

-Mucho. Quiero que se den cuenta que hay descendientes de asturianos por todas las Américas que saben o quieren saber de Asturias.

-Pese a residir en Estados Unidos, durante su juventud visitó la villa junto a su familia, ¿no?

-No fui a Noreña hasta que tenía 35 años. Pero cuando llegamos no conocíamos a nadie, y eso hizo difícil poder aprender más sobre la villa. Podría decirse que una visita turística.

-Este año retornó a Noreña después de quince años, ¿cómo vio la villa? ¿Cambió mucho desde su anterior visita?

-Estaba más bonita, había más actividad, la comida era deliciosa? Pero lo que fue totalmente especial fue conocer a grupo de personas muy especiales que hicieron la visita única y con los que hemos conversado de muchos temas e ideas. Fue una cadena de sorpresas agradables: conocimos a Don Pedro (Tardón), nuestro párroco, y por sugerencia suya conocimos a Ana González, a nuestra Alcaldesa Amparo Antuña, a Miguel Ángel (Fuente), el hotel?

-El legado de su familia marcó la historia reciente de Noreña, con obras capitales para el desarrollo de la localidad como la traída de aguas o la Fundación Rionda. Habida cuenta de los años transcurridos, ¿son conscientes de la deuda de gratitud que hay en Noreña hacia su familia?

-Mis padres, tíos y primos sabían que nuestro abuelo Silvestre y sus hermanos, hermanas y cuñados querían y ayudaron a Noreña. Lo que ocurrió es que la familia completa emigró de Noreña a Nueva York y a Cuba. Y de ahí nos mudamos a Miami en el año 1960. No quedaron contactos en Noreña que conociéramos. Pero siempre mantuvimos la idea de que Noreña era un lugar especial. ¡Esa idea nunca murió!

-En su última visita ha podido recorrer los vestigios de ese legado, como el depósito del agua, que hoy es una sala de exposiciones, o la Fundación Rionda, que ha pasado de ser un centro de estudios a una residencia para discapacitados. De algún modo, esta evolución de usos de los inmuebles perpetúa el legado de su familia, ¿no cree?

-Sí. La contribución a la villa y su gente se percibe en obras como la traída de agua y la Fundación Rionda Alonso, en las calles dedicadas a Manuel Rionda, Pedro Alonso y Silvestre Rionda y e un lugar que encontré, muy bonito, tranquilo y estratégico, que ahora es parque y fue donde se construyeron las Escuelas Unitarias. Son cosas que esperamos que sigan por muchos años, aunque también pueden tratarse nuevas ideas.

-También ha podido visitar el mausoleo de sus antepasados. ¿Tienen intención de rehabilitarlo?

-Hemos pedido una opinión de un arquitecto y estamos investigando ideas y presupuestos.

-Usted, que vive en Estados Unidos y tiene además vínculos con todo el entorno de Centroamérica, ¿cree que se conoce lo suficiente Asturias en esa parte del mundo?

-Yo creo que lo que se conoce es que existe y que los antepasados de muchos de nosotros proceden de allí o la conocieron. Pero no la conocen como turistas, y ahí creo que hay una oportunidad para Asturias.

-Más allá del conocimiento, ¿qué percepción se tiene de Asturias?

-El de un lugar lindo, con montañas y mar. Un lugar de gente buena y trabajadora que le da la bienvenida al visitante. Y después se conocen cosas como el vínculo con la minería, su deliciosa comida y la sidra.

-¿Qué cree usted que podríamos hacer para potenciar el conocimiento que se de la región en América?

-Hay que potenciar la vertiente turística con campañas orientadas a la zona: un website en inglés y español apuntando al turismo, estudiar la información de visitantes a Asturias y crear listas de mailing promoviendo visitas a Asturias, potenciar la contratación de grupos hoteleros? Y luego yo creo que se deben hacer contactos con universidades.

-Aquí se tiene la percepción de que los emigrantes en América conservan los vínculos con sus raíces asturianas, lo que explica además el recorrido como los centros asturianos. ¿Es realmente así, persiste ese vínculo aún con el paso de las generaciones, o es algo reducido a entornos familiares muy concretos o a las primeras generaciones tras la emigración?

-Yo creo que hay que mantener los recuerdos vivos, y también ayudar a crear nuevos vínculos con las futuras generaciones. Por eso es importante que la gente conozca Asturias, que la visite. En toda esta estrategia, las agencias de viaje pueden ser muy importantes también, ofreciendo viajes a través de Asturias y paquetes que incluyan el traslado en avión. Y los cruceros, que paren en Gijón para dar la posibilidad de llevar a mucha gente a visitar la tierra de sus antepasados.

-Si pudiera importar una cosa de Asturias a Miami, ¿qué sería?

-Los productos de carne de cerdo que se producen en Noreña, y las montañas que se ven desde el hotel Cristina, que creo que son parte de los picos de Europa.

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