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El Cristín, bajo techo

Las peñas celebran su espicha en el colegio Poeta Antón y los hinchables se instalan en Ortiz para huir de la lluvia Los fuegos artificiales serán lanzados hoy

Niños jugando, ayer, en los hinchables instalados en Ortiz. I. G.

El Cristín, la jornada siguiente al día del Cristo, se desarrolló bajo techo a causa de la intensa lluvia caída durante todo el día. Es más, los juegos infantiles tuvieron que trasladarse a la antigua fábrica de Ortiz y los fuegos artificiales aplazarse por segunda vez esta semana. La previsión, si no hay más cambios, es que el espectáculo pirotécnico en el muelle sea hoy a medianoche.

La espicha popular en el colegio Poeta Antón, sin embargo, fue un éxito de participación. Más de trescientas personas se reunieron en la planta baja del centro educativo para degustar el kit básico de las romerías: empanadas, tortillas, huevos cocidos y sidra. Esta fiesta, que despide los actos del Cristo cada año, suele celebrarse bajo la pista cubierta del colegio; sin embargo, ayer "fue imposible", tal como destacó uno de los participantes en la espicha, que contó con miembros de las peñas "Galdiar", "Marraxo", "I love camándulas", "Al altu la lleva" y "Aparbadexu", entre otras.

"El agua es lo de menos, hay que disfrutar de la fiesta", indicó José Miguel Sánchez, de la peña "Marraxo", con un par de botellas de sidra en sus manos. A su lado, Manolo Rodríguez, el organizador de esta comida popular con más de una década de vida, explica que cada colectivo trae su comida y, posteriormente, toda se comparte entre los grupos y las personas participantes. "Esta espicha no solo es para despedir las fiestas, sino también el verano", indica Rodríguez. Magali Muñiz, de la peña "Arrexuntaos", fue a la espicha con el fin de despedir la fiesta, pero también para reunirse con sus amistades y vecinos del pueblo. David García tiene claro que la comida popular del Cristín no solo es para comer, sino también para charlar. "La lluvia estropeó un poco las fiestas", señala García. "Pero no las impidió", apostilla Muñiz.

Y, entre huevos cocidos, sandwiches de jamón york y queso, bollos preñaos y unos culetes de sidra los candasinos dijeron adiós a las fiestas que cierran el verano en Candás. "No pasa nada, el sábado comienza la fiesta en Guimarán", se oye comentar entre el tumulto mientras una joven intenta sacarse un "selfie" con sus amigos.

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