La creciente preocupación por las frecuentes visitas de los jabalíes a zonas verdes y espacios públicos céntricos de la urbanización de La Fresneda está siendo respondida en los últimos días con diferentes medidas que buscan tranquilizar a ciertos lugareños que reconocen tener miedo a salir de sus casas por las noches. Unas actuaciones que van desde la colocación de pastores eléctricos por parte de las autoridades municipales hasta el lanzamiento de balas de fogueo por parte de algún particular ya cansado de los daños ocasionados por los suidos.
Los destrozos provocados por los suidos en las últimas semanas en espacios como la glorieta del centro de salud, en la cual se acometió un profundo adecentamiento recientemente, ha llevado al Ayuntamiento de Siero a la colocación de un cierre perimetral electrificado con el que pretende frenar las acometidas de los animales. Un sistema que ya fue instalado previamente en las instalaciones del Club de Campo, uno de los primeros puntos en verse afectado por los jabalíes, y que el Consistorio no descarta ampliar a otros espacios si fuera necesario.
Sin embargo, hay otras iniciativas más llamativas que generaron cierto revuelo de madrugada en los últimos días. Varios vecinos dicen haber escuchado varios disparos de bala de fogueo que según algunos testigos habrían sido disparadas por particulares cansados de los suidos con cierto éxito. "Hay quien dice que debió ser algún cazador, pero el caso es que desde ese día no volvieron a la zona", señala el vecino José Antonio Ruiz mientras pasea a sus perros "Lua" y "Boss".
De todos modos, las ideas para tratar de poner freno a la presencia de jabalíes en la urbanización son diversas y desde el propio colectivo vecinal local sugieren alguna para que sea tomada en cuenta. "Debe ser algo abordado por expertos, pero no estaría de más que se realizase alguna batida para controlar la población o se utilizasen repelentes con eficacia probada", apunta el vecino Tony Gómez, al que la preocupación ha llevado a indagar sobre las medidas tomadas al respecto en otros países. "En Estados Unidos se dedica mucho dinero a evitar esto", apunta.
