Las monjas carmelitas samaritanas ya empiezan a pensar en "reorientar cómo vivir en Valdediós en el otoño y el invierno", después de haber pasado un verano intenso. Son conscientes de que la afluencia de turistas descenderá, por lo que la madre Olga María del Redentor ya tiene muchas ideas y proyectos en mente.
Reconoce que uno de los asuntos que más le preocupa, que también es el más difícil de resolver económicamente, es la calefacción para cuando se instale el frío en Valdediós, un lugar que también es muy húmedo. Así que no paran de darle vueltas al asunto y se les ha ocurrido, junto con la asociación Corazones Samaritanos, vender participaciones de lotería de Navidad al precio de cinco euros para ayudar a sufragar el coste de calentar las zonas más habitadas del caserón. La superiora explica que es importante disponer de calefacción no sólo por las monjas, sino por quienes acuden al monasterio o se alojan en la hospedería, "por tener un nivel mínimo de confort para todos". Además, es una forma de reducir la humedad, que repercutirá en la mejor conservación del edificio.
Las samaritanas quieren abrir los brazos a los colegios para que los niños, además de visitar el templo prerrománico del Conventín, conozcan a las hermanas y "explicarles qué es una monja". Tampoco se olvidan de los estudiantes de más edad para acercarles a Valdediós y de los mayores de las residencias de la zona y de las comunidades más cercanas. "Estamos viendo qué se puede hacer en Valdediós en invierno para que no haya un parón tras el verano", destaca la madre.
Además, quieren retomar las charlas catequéticas dirigidas a "todo aquel que quiera venir" para impartirlas en los primeros sábados de mes, a las 17,30 horas. La misa de 11 de la mañana de los domingos, que tanto éxito tiene entre los feligreses, se mantiene y también hay a diario a las 20,30 horas. La adoración de los jueves a las 21,30 horas es otra cita ineludible de los oficios religiosos de las hermanas en los que las acompañan muchos devotos.
Vista la aceptación que tiene la repostería monacal, están estudiando elaborar ellas productos artesanales como dulces y mermelada o confitura de manzana, como guiño a la Comarca de la Sidra. La madre Olga destaca que los alimentos que ahora venden, que elaboran en otros monasterios y conventos de España como el de las clarisas de Villaviciosa, son los artículos más demandados de la tienda. Los visitantes quieren llevarse algo de comer y mejor si lo elaboran las monjas de Valdediós. Están viendo cómo lo pueden compaginar con los muchos quehaceres que tienen.
