Silvia Lastra, que se encargó de la peluquería del desfile de modelos de la residencia de Carancos (Nava) con motivo de su aniversario, ultimaba el maquillaje de María Suárez Arias, una de las modelos. "Para nada estoy nerviosa porque ya estoy acostumbrada. Trabajé en la televisión en Bogotá (Colombia)", apuntó poco antes de desfilar con un llamativo vestido amarillo de tirantes, que acompañó con una pamela. Lo lució con gracia, aunque se quejaba de que los zapatos le quedaban un poco grandes como también ocurre a las modelos profesionales. La animadora del geriátrico, Carmen Uribe-Salazar, hizo las veces de maquilladora y presentadora. Dejó bien guapa a Ludi Paredes González, que no pudo evitar emocionarse cuando vio a sus hijas. "Nos hace ilusión porque queremos verla bien y contenta", apuntaron.
"El año pasado ya hicimos un desfile de modelos y les gustó porque son coquetas y quieren ponerse tacones", dijo la directora de la residencia, Marisol Mesa. Para evitar tropezones e incidencias, la pasarela fue el mismo suelo, sobre el que trazaron dos líneas paralelas para indicar el recorrido y dos cruces para que supieran dónde tenían que dar la vuelta.
Salud Camaestra fue la primera en salir. Se veía guapa y no esta estaba nerviosa, al igual que su compañera Celina Suárez, que llevaba con garbo un pantalón blanco de tergal y un blusón. Hortensia Cabezudo también le dio aire a la falda de gasa negra y camiseta de punto en malva que le pusieron para salir estilosa a la pasarela y saludar al público con alegría. Ludi Paredes igualmente se cansó de saludar a los asistentes y a los familiares que acudieron para verla disfrutar como modelo por un día. Una de las más animosas fue Josefa Fernández, que dio vida a su abanico para levantar los brazos. Lució pantalón negro y camiseta roja. Completó el estilismo con un collar. Desfilaron ocho mujeres y dos hombres, uno de ellos Guillermo Iglesias, que estaba encantado de vestir "como de calle".
