La hermana Margarita María de la Cruz ha llegado de Valladolid a Valdediós para echar una mano al resto de religiosas "porque el monasterio es muy grande y se necesitan refuerzos", reconoce la madre Olga María del Redentor. Ahora están doce monjas en el cenobio maliayés y en la ciudad castellana, 21. Estas últimas están a punto de mudarse a Viana de Cega (Valladolid). La superiora apunta que "posiblemente irán viniendo más", sobre todo para el próximo verano, que es el momento de mayor actividad en Valdediós. Pero lo que está claro es que son una misma familia, con dos casas.

Las carmelitas samaritanas llevan dos meses y medio en el cenobio asturiano. La madre Olga realiza una "valoración positiva", aunque no esconde que "han sido meses difíciles porque ha sido un cambio grande". Explica que "ha costado", pero "ha sido positivo y enriquecedor". Y "hacia los asturianos sólo tenemos palabras de agradecimiento por su cariño y cercanía", destaca la superiora, mientras asimilan el abrumador éxito de su llegada a Valdediós como demuestra que llenen la iglesia, que no es precisamente pequeña, del monasterio en las misas dominicales (11 horas). Hubo días en los que se concitaron unas 200 personas. Los feligreses están tan contentos con ellas y les insisten: "No os vayáis". Algo que ocurrió con los anteriores monjes. La madre Olga María del Redentor les tranquiliza: tienen previsto quedarse.

"Me asombra y me llama la atención que la gente viene a misa expresamente aquí", apunta sorprendida. Son de lugares tan dispares como Tineo, Oviedo, Gijón y otros puntos de la geografía regional. "Nos da alegría", dice de la gran acogida que han tenido y su poder de convocatoria, que la superiora no sabe explicar, pero en la que tiene mucho que ver su carisma, además de la cercanía y cariño de las hermanas y ser unas religiosas acordes a los tiempos.