El artista gijonés Díaz de Orosia pintó el palacio del Marqués de Casa Estrada, con su capilla, de la que sale la procesión de la Virgen del Camino, que era "el acto más importante" de la fiesta en Martimporra, como destaca el cronista oficial de Bimenes, Luis Miguel Montes Arboleya. Lo explicó con motivo de la celebración, ayer, del festejo, que los dueños del palacio se empeñan en recuperar. "Era la más importante en el concejo hasta mediados del siglo pasado y llegó a desaparecer", destacó Arboleya.

Díaz de Orosia reflejó en su pintura una procesión típica asturiana, que encabezan tres monaguillos, con sus túnicas rojas y roquetes blancos. Detrás, el estandarte, seguido del cura, que iba abriendo camino a la Virgen. "Quedé bastante satisfecho con la obra", reconoció ayer el autor.

Jerónimo de Estrada, hijo de Bernardo y María, fue el primer marqués de Casa Estrada y el fundador del complejo de Martimporra. Su madre se puso de parto en León, donde estaba de paso, pero él siempre se sintió yerbato, aunque casi no vivió en Bimenes. Sesenta años después quiso que la capilla de su palacio estuviera bajo la advocación de la Virgen del Camino, en agradecimiento por haberle dado "protección, amparo y suerte".

Una parte de la familia vivía en Andalucía y otra en Bimenes. En este último se instaló su primogénito para seguir las obras en Martimporra, donde habían comprado infinidad de fincas y levantaron un complejo con capilla, palacio, panera, hórreo, cuadras, cementerio, cabildo, bodega... Fundó dos obras pías: una escuela y un hospital de peregrinos.