La alcaldesa de Noreña, la independiente Amparo Antuña, cumplió ayer con su decisión de no acatar la moción de "impulso de la laicidad" que veta su participación "en posiciones de privilegio" en actos religiosos en Noreña. Antuña se plantó al frente de la procesión, detrás de los sacerdotes y entre el resto de autoridades, y completó junto a miles de fieles el recorrido del Ecce Homo desde la iglesia hasta la capilla de la Soledad.

La regidora ya había advertido en el pleno de abril en el que los votos de PSOE, IU y Conceyu Abiertu sacaron adelante la moción de que participaría en los actos religiosos al igual que había participado tiempo atrás en un acto republicano, al considerar que se trata de actos "públicos y constitucionales" en la que debe estar presente como autoridad municipal.

Dicho y hecho. Y como nota curiosa, la Alcaldesa estuvo acompañada en todo el recorrido por dos ediles del PSOE, César Díaz y Pilar Fernández, concejales de Festejos de Siero y Llanera, respectivamente. Quienes no participaron fueron los representantes de los partidos que impulsaron la moción, entre ellos el PSOE local, que en años anteriores sí había estado representado por el entonces alcalde socialista, César Movilla.

Además, estuvieron ediles del equipo de gobierno como el concejal de Hacienda, el forista Inaciu Iglesias, que estuvo acompañado por la presidenta regional de su partido, Cristina Coto, que aprovechó para arremeter contra los grupos que hicieron posible la aprobación de la polémica moción municipal.

"Nos oponemos a estas prohibiciones sectarias que atentan contra la libertad religiosa y de culto que reconoce la Constitución", señaló Cristina Coto.

Cuitas políticas aparte, el buen tiempo ayudó a que la participación fuera masiva y desde bien temprano fueran muchos los fieles que se acercaron primero a la iglesia para participar en una eucaristía que dejó pequeño el templo, y luego se quedaron por las calles de Noreña disfrutando de sus actos festivos y gastronomía. Porque ésta última es una de las señas de identidad de las fiestas noreñenses, como se demostró el sábado, con el reparto de 6.000 raciones de gochu asado, uno de los platos estrella de la villa chacinera.