La alcaldesa de Noreña, la independiente Amparo Antuña, ha salido al paso de las críticas del director del colegio público, Alberto González, respecto a la decisión de apartar a un operario de la labor de conserjería que venía realizando hasta ahora. Explicó que se encontró "con la herencia de un operario del Ayuntamiento en la secretaría de un centro educativo", que "no puede estar en secretaría a cargo de la guardia y custodia de documentos que no son del Ayuntamiento, sino de la Consejería".

Antuña señaló, por otra parte, que el municipio está obligado al mantenimiento y limpieza de edificios, algo que en el colegio ha cumplido: "tres personas limpian el colegio, que además estaba en pésimo estado y, se han hecho muchísimas obras: arreglo de escaleras y barandillas, aceras, baños, calefacción, puertas y, sobre todo, el saneamiento, que hasta ahora producía metro y medio de aguas fecales en los bajos".

La regidora dijo, asimismo, que el municipio, sin tener la obligación, abre y cierra todos los días el colegio "por deferencia hacia las familias". Y también se pidió que abrieran el comedor en junio y septiembre, "y cuando me ofrecí a ayudar el director me dijo que no era nuestra competencia. Tuvimos que arreglarlo con el Ampa". Volviendo al asunto del conserje, dice que "el problema es que no quiere ningún otro operario, sino este en concreto". A Antuña le parece "indigno que diga que el Ayuntamiento no cumple; lo único que no hace es inmiscuirse en las labores del centro".