La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

"A Camoca venían a comprar lino"

La localidad villaviciosina aún recuerda los tiempos de plenitud del tejido en su feria, aunque la planta dejó de cultivarse a principios del pasado siglo

Maruja Castiello, Charo Álvarez, Chelo Fernández, Elena Sánchez y Roberto Carneado en Fuentetebia, con utensilios y lienzos. MARIOLA MENÉNDEZ

Los vecinos de Camoca siguen teniendo muy presente su tradición vinculada al lino. Aunque desde principios del siglo pasado este tejido dejó de tener presencia en su feria de octubre, que se celebra este domingo, sigue siendo la Feria del lino y la nuez. Entonces comenzó su declive y mucho tuvo que ver la industrialización, argumenta uno de sus vecinos, el historiador Roberto Carneado. Aparecieron nuevos tejidos que desplazaron al lino.

El estudioso Miguel Ángel González Pereda vincula esta feria, famosa también porque se vendía azabache, loza y aperos de labranza, con el castro de Camoca, porque además de tener una fundición de metales en la que fabricaban utillaje agrícola, sus habitantes trabajaban el azabache, preparaban la lana y cosechaban y tejían el lino. Entonces no había comercio, sino trueque.

Pereda explica que el lino se sembraba en primavera y se cosechaba en agosto. Su grano se aprovechaba como simiente para el año siguiente y para hacer cataplasmas de linaza, para curar enfermedades de pecho. También tenían que enriar el lino. Esto significaba sumergirlo entre ocho y diez días en Fuentetebia, muy apreciada por sus aguas tibias, y colocaban piedras encima para evitar que lo llevase la corriente. Después se dejaba secar al sol, se agramaba y espadaba con el fin de separar la fibra de la parte leñosa de la planta. Más tarde se rastrillaba y cardaba para separar la estopa (la parte más basta) de la mediana y el cerru, que era más fino y de mejor calidad. Se hilaba con ayuda de la rueca y el fusu y se hacían cadexos para luego llevarlos a tejer y blanquearlos, explica González Pereda.

"La Feria del lino y la nuez de Camoca tuvo mucha importancia hasta comienzos del siglo pasado y desde tiempos muy pretéritos a ella acudían arrieros de Castilla, Galicia y Vizcaya para comprar lino, cadexos o tejido", recuerda este estudioso maliayés. En esta feria incluso se concertaban matrimonios.

En Camoca quedan unas cuantas nueces, pero poco lino, sólo alguna planta que crece silvestre en algún prado o en las cunetas. Hay vecinos que aún conservan útiles de entonces y algunos tejidos. Recuerdan que en el pueblo hubo unos cuantos telares y que el río Linares debe su nombre a que en su ribera proliferaba este cultivo.

Compartir el artículo

stats