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"Estamos cansados", claman en Pravia para pedir medidas que alejen al lobo

Los afectados se concentran en Forcinas para instar al Principado a que ahuyente al animal o autorice cacerías para reducir su población

Los vecinos, ayer, en Forcinas, concentrados para llamar la atención contra el lobo. S. ARIAS

Los afectados por ataques de fauna salvaje a ovejas en el concejo de Pravia se concentraron ayer en la localidad de Forcinas para reclamar medidas que echen a los animales atacantes fuera de la zona. Los ganaderos y propietarios de ovejas culpan al lobo ibérico de las muertes, una decena en lo que va de mes, pese a que en muchos casos los daños son atribuidos a perros salvajes por los guardas. Para ello, ayer contaron con el apoyo de la asociación agroganadera, propietarios forestales y amantes de la naturaleza que recogen firmas para solicitar al Principado planes que alejen al lobo de los núcleos de población. Llevan 1.300 de las 1.500 que necesitan para presentar en la Junta General.

"Es necesario un control de la población de lobo, estamos cansados, rabiados y enfadados con esta situación", comentó Luis López. En su opinión, da igual que las ovejas formen parte de una ganadería o para limpiar fincas, incluso por diversión, pero los daños deben ser pagados.

Frente a la iglesia del pueblo se concentró una treintena de vecinos del concejo y algunos llegados desde Cudillero como Álvaro Braña, quien detalló que en los últimos meses los lobos se han acercado hasta el cementerio municipal: "Están perdiendo el miedo al hombre porque un lobo jamás se acercaría tanto y esto puede traer consecuencias muy graves".

Entre los manifestantes se encontraba Saúl Riancho, quien perdió cinco ovejas que pastaban en los terrenos que tiene delante de su casa en Forcinas. "Yo ando todo el día por el monte por trabajo y nunca vi perros salvajes, lobos sí, ya van tres veces que los encuentro", comentó. Dice que, en su caso, los animales mataron a las ovejas preñadas para comerse las crías. "Las hacen abortar", añadió.

Los afectados están indignados con la respuesta que reciben por parte del Principado, que atribuye los daños a perros salvajes. "Antes aún había alguno abandonado por ahí, pero ahora no, los que comen el ganado son los lobos", afirmó Toni García.

Por ello, piden medidas para alejar las manadas de la zona e, incluso, cacerías controladas para reducir la población.

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