El problema de los jabalíes parece ir para largo en La Fresneda. A las habituales visitas del popular "Ferinchi" (bautizado así por lo propios vecinos) y sus dos crías a la urbanización sierense hay que añadir el incremento de ejemplares en el entorno de zonas como el club de campo, que en los últimos días ha visto como los daños proliferaban.

Sin ir más lejos, ayer por la mañana podían verse grandes calvas en las zonas verdes próximas a las pistas de pádel, que dejaban patente la actuación reciente de los suidos por el lugar. Hechos que se repiten día sí y día también prácticamente desde hace un año, pero que ahora parecen dispararse. "Seguramente se están encontrando con que estos terrenos son más tiernos para buscar alimento y lo frecuentan más", explica Luis Alberto Menéndez, conserje del club y al que las experiencias parecen haber convertido en un experto en jabalíes. "Algo ha cambiado porque antes aunque viniesen no se dejaban ver y ahora se te quedan mirando como si te estuvieran saludando", declara.

Unos daños que los dirigentes del club tratan de atajar por todos los medios y prueba de ello es que en los últimos tiempos se han tomado muchas medidas encaminadas a reducir el efecto de la fauna salvaje en la zona. "Llevamos puestos siete kilómetros de pastores eléctricos, gastado mucho dinero en jardinería y todavía antes del verano tuvimos que echar seis camiones de tierra de relleno", explica el gerente del club, Aaron Valentín Bouso.

De momento las actuaciones tuvieron como resultado una reducción en los daños de espacios como campos de fútbol que antaño habían sido totalmente destrozados por los animales, si bien ahora la mayor preocupación es que en ocasiones los usuarios se encuentran a los jabalíes en medio de la carretera o en zonas de paso de las instalaciones. "Hay gente que sale del vestuario y se los topa a la puerta", indica Menéndez, mientras que Bouso sostiene que hace unos días "una familia se los encontró a la puerta y no les dejaban salir con el coche".

Es por todas esas cosas que los responsables del club lamentan que no se ataje de una manera clara una situación que cada vez parece ser peor, pues varios usuarios aseguran ver visto en los últimos días grupos de hasta siete u ocho jabalíes juntos. "A parte de la famosa familia -en relación a Ferinchi- hay muchos más porque esto se está convirtiendo en una plaga", coinciden en señalar los trabajadores de las instalaciones privadas, que, al igual que muchos vecinos, temen que no se tomen medidas de calado hasta que se produzca algún hecho desagradable. "Si no hay alguna desgracia que nadie desea, no se tomarán medidas serias para acabar con ello", comenta el propio Luis Alberto Menéndez, que dice tener controlados varios de los escondites habituales de los jabalíes.