-¿Cómo recibe el galardón?

-Es un premio de la familia (no puede hablar de la emoción). Por el esfuerzo que han hecho. Me voy a emocionar porque estarán mis hermanas, el único sobrino que puede venir y la familia de acá.

-Nació en Ciudad de México, pero siempre ha estado muy vinculada a Sama de Grado, ¿cómo recuerda aquellas vacaciones en tierras mosconas?

-La primera vez que vine tendría unos meses de nacida, para que me conocieran la abuela paterna María y toda la famillia. Luego regresé a los 11 años. Para mí fue divertidísimo, vivía en la ciudad, donde no puedes salir a ningún lado, y aquí iba a bañarme en el río, hacía travesuras, estaba con los animales... Todo era diferente. Luego vine con 18 años, a los 25 y a los 28, cuando hice el doctorado en Salamanca; ahí venía cada poco y después he procurado venir lo más posible.

-¿Por qué cree que tiene ese apego por Grado?

-Los que somos hijos de, en este caso casi de refugiados, o el que es hijo de emigrante tiene un apego muy grande al lugar en donde nacieron sus padres porque quieres encontrar tus raíces. Aunque me considero mexicana, en México no teníamos un lugar, éramos extraños por muy bien que nos fuera.

-¿Qué le gusta hacer aquí?

-Descansar, ir a Grado al mercado, que me encanta, el paisaje, estar oyendo el río, las vacas, el gallo... todo eso me gusta mucho. Y desconectar del estrés de la Universidad.

-¿Qué son los novohispanos, su especialidad filológica?

-Es el español que llega a América con una mezcla de castellano y dialectos penínsulares, con preponderancia del andaluz. El canario también, pero tuvo más influencia en Venezuela. Crean palabras nuevas para llamar las cosas que no existen en España, y eso crea también una forma de trato y de expresión distinta.

-Una investigación que le valió el premio de la Real Academia Española en 2015, ¿cómo lo recuerda?

-No me lo esperaba, una colega me dijo que presentara el libro "Documentos públicos y privados del siglo XVI", me decía que estaba para premio. Hablé con varios colegas de diferentes academias y me dijeron, mételo. No me enteré de que había ganado hasta que me llamó mi colega, entré en la página y vi... (se emociona). Me puse a llorar como ahora.

-¿Por qué?

-Fueron muchos años de trabajo, de picar piedra, horas en los archivos, delante de la computadora... y mucho trabajo con alumnos.

-¿Le gusta enseñar?

-Me encanta dar clases pero no calificar, creo que es un poco injusto y siempre tengo en cuenta el trabajo a lo largo del año. Atraje a mis alumnos a la investigación y eso para mí es un logro y de lo que tengo más orgullo.

-Es una firme defensora del uso del español en todos los ámbitos.

-Se tiene esa idea, que es moda, de que hay que publicar en inglés pero en español puedes decir lo mismo. El español tiene lo suficiente para defenderse solo -somos muchos hablantes- de la invasión del anglicismo, a la que soy contraria. Ahora, los medios de comunicación tratan de estandarizar la lengua con un español neutro. Por ejemplo, en las telenovelas de Estados Unidos los actores son mexicanos, cubanos o argentinos y no utilizan sus giros ni su pronunciación, y eso ayuda a que se entienda en toda América y en España.

-¿Supone un riesgo para la riqueza lingüistica del español?

-Creo que no, en toda lengua hay registros y éste se utiliza para determinadas funciones de comunicación; la gente del pueblo se comunica como sabe.

-¿Cuál es el futuro del español?

-Va a tener mucha importancia. De hecho, hubo leyes para prohibir la enseñanza del español en las escuelas en Estados Unidos porque cobraba importancia y no les convenía.