Los vecinos de Argüeru y Careñes, en Villaviciosa, celebran que después de años de demandas por fin ya disponen de un puente en la playa de Merón que comunica las dos orillas del río.

Quienes más lo celebran son los de Careñes, porque para poder acceder a pie al arenal tenían que bajar por un camino en bastante mal estado, y al llegar, sortear varias piedras para salvar el río, con el consecuente riesgo de sufrir un resbalón, destaca el presidente de esta asociación vecinal, Laurentino Palacio. Apuntan que es una alegría a medias porque siguen insistiendo en que terminen de arreglar el camino desde la iglesia hasta la playa. Es un recorrido de alrededor de un kilómetro, que también es "muy guapo para pasear, ver las huellas de dinosaurio o disfrutar del paisaje", apunta Palacio.

"Era una de las demandas antiguas de la playa y fundamentalmente para la gente de Careñes porque no tenían paso, tenían que saltar el río", destaca José Ángel García Tomás, presidente de la asociación de vecinos de Argüeru. "El puente estaba destrozado", agrega, y del antiguo, que en su momento hubo, sólo quedaban dos trozos de madera. Además, remarca que las tormentas de los últimos años iban dejando piedras acumuladas en el río, impidiendo la fluidez de sus aguas. Pero en Argüeru también es una buena noticia porque su ruta de los molinos precisamente empieza aquí, afirma García Tomás, y hasta ahora tenían que utilizar otro puente más arriba. El coste de la infraestructura fue de 9.500 euros y el arreglo de varios tramos del camino supuso otros 8.700 euros. El puente es una estructura de madera que reposa sobre los apoyos de piedra del antiguo, que han sido reforzados y lleva hormigón en los estribos.