Con el principio del otoño llega la temporada de higos. Octubre es su mes por excelencia. Y este año vienen buenos. Como explica Amador Molleda, vendedor de excedentes de la plaza cubierta de la Pola, "a otros productos les viene mal, pero los higos, cuando no llueve, vienen mejores". Este año llovió poco y, entonces, ha habido buenos higos. "Necesitan sol, y que no llueva, porque si llueve se abren muy pronto y se estropean", señala.

Para Amador Molleda, los higos que se recogen en nuestra tierra "no tienen nada que ver" con los que se compran llegados de otras partes. "Están mucho más buenos los de aquí, y si se da un año bueno como este, están más ricos todavía; vienen dulces como el azúcar", asegura.

La temporada de higos es muy corta. Es un fruto bastante delicado, que llega sobre todo en octubre y que un més más tarde es difícil ya de encontrar. Por eso, "la gente los compra mucho; yo traje varias cajas y ya volaron casi todas".

Esta escasez y esta temporalidad hace que estén muy cotizados en el mercado de la Pola. Junto con las nueces, dijo Molleda, han sido los frutos con mejor rendimiento esta temporada, debido a las condiciones climáticas.

El resto de la cosecha no ha sido tan buena. Y en cuanto a las ventas, Amador Molleda apunta que en el verano fueron muy discretas, tanto en agosto como en septiembre, y que ahora parece que empiezan a remontar. "Mucha gente se mide mucho. Hay el dinero justo, después empieza el colegio... hay muchas cosas que hacen que se compre menos, pero ahora parece que va un poco mejor", concluye.