El Matadero Central de Asturias, con sede en Noreña, operó en los años 2011, 2012 y 2013, los últimos de gestión de la empresa Junquera Bobes antes de cesar su actividad en 2014, con una caja "B" con fondos no declarados a Hacienda y en la que se llegaron a contabilizar 2,6 millones de euros a lo largo de tres años. Así lo reconoció ayer la exgerente Ana Presa, en la vista por el procedimiento concursal de Junquera Bobes, que se celebró en el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Oviedo. Un procedimiento que ha quedado visto para sentencia.

Presa matizó que la existencia de esa "caja adicional" con fondos en "B" es algo habitual en el sector, y que la dimensión que llegó a adquirir en el Matadero se debió a la situación de la empresa, que en 2011 solicitó por vez primera entrar en concurso de acreedores. Una circunstancia que obligó a la firma a asumir más cobros en "B" de los habituales para evitar quedar sin liquidez, ya que los bancos les cerraron el acceso a créditos.

En concreto, la exgerente citó a un cliente de gran fuste que le planteó bien cobrar en un plazo de 180 días, bien cobrar en "B". "No podíamos perder a ese cliente", afirmó Presa, que reconoció haber tomado la decisión de hacer esos cobros en "B" tras consultarlo con el abogado mercantilista de la empresa, Alfonso Pérez, a quien además se atribuye haber llevado nuevos clientes a Junquera Bobes por esos años. "El sector nos obligaba a trabajar en 'B'", aseguró la exgerente, que defendió en todo momento que el dinero de esa caja alternativa revirtió en la propia empresa.

Este fue uno de los puntos centrales de la vista. Presa detalló el modo de operar con esa caja "B", y cómo la dirección de Junquera Bobes hacía aflorar el dinero para poderlo consignar en la contabilidad oficial.

La mayor parte, en torno al 70% del dinero según precisó la exgerente, afloraba mediante facturas falsas, acordadas por Junquera Bobes con proveedores de confianza. El resto se invertía en gastos diarios del Matadero, desde la adquisición de ganado hasta el abono de horas extraordinarias. "Había ganaderos que exigían el pago en 'B', y había trabajadores que, cuando había que hacer horas extra, formaban cuadrillas y nos decían que lo querían cobrar en 'B' o no lo hacían", sostuvo.

Según el relato de la exgerente, al que se da total veracidad, la existencia de esa caja alternativa era conocido por todo el consejo de la empresa salvo dos personas. Además, la exgerente matizó que, después del año 2011 (cuando se contabilizó más de un millón y medio de euros en la caja alternativa), redujo drásticamente esas operaciones en "B".

La defensa de la exgerente, a la que representa el bufete Garrigues, incidió tras las vista en que ha quedado probado "que no hubo ninguna salida irregular de dinero" de la empresa, toda vez que el dinero "B" se revirtió en Junquera Bobes, y que además el perjuicio para la Hacienda Pública se limita a una cantidad estimada en 79.000 euros, relativos al pago del IVA y que Presa ya ha avalado dentro de un proceso paralelo que mantiene con la Agencia Tributaria.

En la vista también se puso de manifiesto que esta caja "B" no fue determinante en el cierre de Junquera Bobes, toda vez que en el conjunto de esos tres ejercicios supuso un porcentaje muy pequeño, de poco más del 2%, sobre la facturación total del Matadero, cifrada en torno a los 100 millones de euros.