Los protagonistas son algo más viejos, de hecho tienen 25 años más encima, y algunos han cambiado de cargo -el principal ejemplo, el del Príncipe de Asturias, hoy Rey de España-, pero las reclamaciones en Villaviciosa siguen siendo las mismas.
Hoy se cumplen 25 años de un acontecimiento importante para el concejo maliayés: el 19 de octubre de 1991, la Asociación Amigos del Paisaje de Villaviciosa "Cubera" recibió el premio "Pueblo ejemplar de Asturias", que entrega la Fundación Princesa de Asturias (entonces Fundación Príncipe de Asturias). Era el primero de estos galardones que recaía en la Comarca de la Sidra; posteriormente, en 1996, fue reconocida la comunidad vecinal de Nava y en 2006 lo fue la de Sariego. Dos años después, los todavía Príncipes de Asturias llevaron el premio a Torazu (Cabranes) y en 2010 fue reconocido el pueblo de Lastres (Colunga).
"Cubera" se fundó hace unos 30 años, por lo que su trayectoria ya es dilatada. "La asociación sigue funcionando y es un hito", destaca el vicepresidente de este colectivo, Ángel Valle. Pero lo que más sorprende es que continúa "con las mismas preocupaciones", siguen luchando por lo mismo. Les movieron a unirse tres cuestiones por las que continúan peleando y que reflejan el espíritu del colectivo que convenció al jurado: "salvar Valdediós, salvar la ría y la participación ciudadana", resume Valle.
El Vicepresidente de "Cubera" explica que, cuando el colectivo inició su andadura, el monasterio "era una ruina", así que lideraron una campaña en su defensa. Consiguieron que se pusiera en marcha una escuela taller, la que logró la rehabilitación del edificio, y en 1992 se instaló la comunidad de monjes cistercienses.
Ángel Valle recuerda que fue, precisamente, en el claustro del conjunto rehabilitado donde celebraron el acto de entrega del galardón, de manos de don Felipe de Borbón, por entonces Príncipe de Asturias. Aquella elección simbólica del lugar "no puede entenderse como la apropiación de un éxito que no nos corresponde", matiza. Pues, para el vicepresidente de "Cubera", "si Valdediós sobrevive a la ruina se debe a la conjunción del interés y las preocupaciones de una sociedad asturiana concienciada, que aportó, desde las diferentes instancias, los granitos de arena necesarios para llegar a una meta".
En 2008 se suspendió el priorato del Císter y en febrero de 2009 se fueron los tres últimos monjes. El relevo lo tomó la comunidad de San Juan, hasta 2012. El cenobio estuvo deshabitado desde esa fecha hasta este verano, cuando lo ocuparon las monjas carmelitas samaritanas. En todo este tiempo, "Cubera" siguió mostrando su preocupación por el posible deterioro de Valdediós y su alegría ante la llegada de las religiosas. No obstante, aún no respiran tranquilos. "Valdediós sigue con goteras porque no hay un proyecto sólido", explica Ángel Valle, aunque espera que "estas monjas lo lleven adelante".
A su vez, la ría de Villaviciosa está peor que antes, pues en noviembre se cumplirán cinco años de su cierre al marisqueo por contaminación bacteriana por É.coli. "Seguimos igual, en la misma guerra", apunta el Vicepresidente de "Cubera". Agrega que, "cuando vino el príncipe don Felipe, se presentó el saneamiento de la ría" y 25 años después siguen muchos núcleos sin él. "Echamos en falta la misma confluencia de preocupaciones, compromisos, responsabilidades, racionalidad y hasta madurez política (que hubo en Valdediós) para devolver al espacio natural que compartimos la dignidad que se merecen sus usuarios de hoy y los de las próximas décadas", remarca Valle.
Lograr la verdadera participación ciudadana es otra de sus preocupaciones, pues aunque "Cubera" esté "al margen de la política", resalta Valle, sí tiene "interés en intervenir". Agrega que "surgió un movimiento vecinal fuerte y los premios y distinciones motivaron a los vecinos".
