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La familia de la joven atropellada en Antromero recurre al Constitucional

"Queremos justicia y si hace falta iremos a los tribunales europeos", destaca la madre de la fallecida tras la absolución definitiva del acusado

Rebeca Rodríguez Artime. FOTO CEDIDA POR LA FAMILIA

La familia de Rebeca Rodríguez Artime, la joven de 18 años que murió atropellada en Antromero 2013, no está dispuesta a conformarse la decisión de la Audiencia provincial, que absolvió definitivamente al autor del atropello. Mari Paz Artime, madre de la fallecida, avanzó ayer que su abogado ha presentado un recurso de amparo al Tribunal Constitucional. "Vamos a ir hasta el final, hasta que se haga justicia, si hace falta iremos a los tribunales europeos porque la decisión judicial no es ni lógica ni justa", señaló Artime.

La madre de Rebeca Rodríguez tiene claro que "nadie le va a devolver a su hija" salga el dictamen judicial que salga, pero aún así no dejará de intentar todo lo que esté en su mano para seguir adelante. "Ese día no solo se acabó con la vida de mi hija, también la de toda la familia: mi hijo, mi marido y yo estamos a tratamiento", expresó Mari Paz Artime. "Estoy segura al 100 por ciento de lo que ocurrió ese día, sé la verdad y como tal, iré hasta el final", reiteró la madre de la fallecida.

La sentencia de la Audiencia Provincial ratifica la absolución del conductor decretada ya por el juzgado de lo penal número 1 de Gijón, que rechazó que el reo fuera responsable de lo sucedido. Todo fue motivado, según el tribunal, a una pérdida de control de su vehículo como consecuencia de un sobreinflado de las ruedas del coche, cuestión que el acusado alegó desconocer y ocasionó que no pudiera frenar a tiempo e impedir el atropello. "No entendemos la sentencia, es una carretera de noventa kilómetros por hora que cuenta en ese tramo con una señal de 60 y además advierte que es un tramo peligroso", señala la madre de la fallecida.

La sentencia fechada en septiembre es la cuarta de un proceso que comenzó a desarrollarse en julio de 2013, algo menos un mes después del accidente mortal registrado la noche del 28 de junio pasadas las 23.00 horas cuando la joven de 18 años se dirigía a las fiestas de San Pedro de Antromero, en el vecino concejo de Gozón.

En junio de 2015, un juez de lo penal de Gijón condenó al acusado al pago de una multa de 1.200 euros y la retirada del carné de conducir durante un año. Entonces, el magistrado aseguró que todo se debió a una "imprudencia leve". Los familiares de la víctima consideraron entonces que la condena fuera a más, por homicidio por imprudencia. La Audiencia admitió que el fallo apelado no era correcto al no contener "un razonamiento que explique el proceso intelectivo que llevó el juez a subsumir en imprudencia leve los hechos que declara probados". Los jueces devolvieron la causa al mismo juzgado penal para que el magistrado procediera "a dictar una sentencia debidamente motivada".

Un mes después de aquella decisión, en marzo de 2016, el juez de lo penal absuelve al acusado del atropello mortal. El tribunal estableció, entonces, una indemnización de 4.606,65 euros a favor de la familia de la joven. Aún así, el abogado de los afectados recurrió de nuevo ante la Audiencia, sin obtener el resultado deseado, es decir, se mantiene la absolución del acusado.

Así las cosas, la familia no pierde la esperanza en la justicia y se aferra al informe pericial que encargó para reconstruir los hechos del accidente mortal. "Es más, el Equipo de reconstrucción de accidentes de tráfico (ERAT) de la Guardia Civil reconoció que nuestro informe era más completo y mientras tanto, los jueces se basan en ese documento pese a reconocer que era incompleto", manifestó Mari Paz Artime, que añadió: "El ERAT comenzó a medir la velocidad del coche antes del atropello a partir de la frenada, cuando nosotros lo habíamos hecho desde la curva".

La madre de la fallecida se rompió en elogios a todas las personas que han apoyado a su familia desde aquella trágica noche de comienzo del verano. "Hemos recibido muchos apoyos y lo agradezco pero no aprendo a vivir sin echar de menos los abrazos, los besos y las risas de Rebeca, cada año que pasa va a peor", indicó Artime, que clama una y otra vez porque el Tribunal Constitucional "haga justicia". "No queremos dinero, queremos justicia", recalcó la madre de la fallecida, que se remontó a la noche del 28 de junio de 2013 para recordar que su hijo falleció pocos momentos después del accidente. "Estaba reventada por dentro, decidimos donar los órganos y solo pudimos donar los riñones", relató la madre de la fallecida, que lamenta que, a día de hoy, la familia del acusado ni el propio acusado "hayan pedido al menos perdón".

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