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La Pola | Maravillas del mercado

La manzana, sabrosa en un año difícil

"Viene un poco retrasada", afirma María Celsa Villabona, que ha empezado a vender la variedad garciasol

María Celsa Villabona, con manzanas en la Pola. MANUEL NOVAL MORO

La manzana no se ha dado bien este año. Al menos en los pumares que María Celsa Villabona tiene en Caldones, y cuyo producto vende todos los martes bajo los aleros de la plaza cubierta.

"Este año la manzana viene algo retrasada porque llovió mucho en marzo y en abril y después vino sequía", explica. Además, el hecho de que a mitad de verano hubiera sequía y que al final cayeran fuertes lluvias propició que muchas manzanas cayeran antes de tiempo. El caso es que ha habido una cosecha bastante limitada. Otros productores aseguran que ha venido mucha manzana, pero muy dañada precisamente por este clima.

En cualquier caso, se trata de un producto cien por cien del campo asturiano, tanto para la mesa como para la sidra dulce, que hace las delicias de los amantes de la fruta. Las primeras en salir han sido las de la variedad garciasol, que son muy dulces, apropiadas como manzanas de mesa y también para la sidra dulce -para la sidra fermentada dicen que no funciona tan bien precisamente porque la endulza demasiado-, y más adelante vendrá la variedad de Carrió. "Esta es una manzana más fuerte y pesada, y muy apropiada para la sidra", explica.

María Celsa Villabona lleva vendiendo en el mercado de la Pola más de treinta años, y tiene a gala que su producción es natural. "La manzana no lleva sulfatos; se pierden muchas porque siempre aparecen enfermedades, pero da igual, es como de be ser", sostiene.

Respecto a la evolución del mercado de los martes, dice que "ahora es muy distinto, se vende menos porque hay más competencia y porque la gente se mide más a la hora de comprar".

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