La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El desarrollo turístico de Grado, lastrado por la escasez de plazas hoteleras

"Muchos quieren quedarse a dormir, pero no tienen dónde", lamenta la edil Cristina Huerta, que admite que la falta de camas frena iniciativas

Peregrinos en el puente de Peñaflor, en Grado. MIKI LÓPEZ

Grado tiene patrimonio, naturaleza y buena mesa. Los turistas acuden al concejo, pero se van. Muchos disfrutan de sus rutas, su mercado o su casco histórico pero no pernoctan en el concejo. Una situación se repite desde hace años por la escasez de plazas hoteleras en la villa, donde sólo hay un establecimiento de estas características, al que se suma otro hotel en Sestiello y un puñado de alojamientos rurales.

Una situación que, según la edil de Turismo, Cristina Huerta, lastra el desarrollo turístico. "Es cierto que hacen falta plazas hoteleras, tenemos constancia de que muchas personas quieren quedarse a dormir en Grado pero no tienen dónde, además, nosotros nos vemos lastrados a la hora de poner en marcha iniciativas que puedan repercutir en los sectores turístico y comercial". Por ejemplo, el pasado viernes se celebró la feria de ganado equino de San Simón, con tratantes y ganaderos de todo el norte de España que han tenido que hospedarse fuera de la villa.

En ese sentido, Huerta detalla que han tenido que dar marcha atrás a determinados proyectos turísticos que implican actividades a lo largo de dos o tres días y que también afecta, por ejemplo, a la celebración de congresos. "Está claro que no van a venir quinientas personas pero podríamos organizar congresos más pequeños. En diciembre la asociación 'Fraternidad Internacional en el Camino de Santiago' quiere traer cuarenta personas a Grado pero no tenemos dónde alojarlas", precisa Huerta.

Una situación que también observa el coordinador de Cultura y cronista oficial de Grado, Gustavo Adolfo Fernández: "Esa escasez limita mucho las acciones que podemos llevar a cabo desde el área de Cultura y es una pena que siendo una villa cabecera de tradición de cruce de caminos, con el de Santiago o el Real de La Mesa, no tengamos más hoteles para que la gente no pase solo por Grado, sino que también pernocte". Pone como ejemplo las actividades de la Fundación "Aula de las Metáforas", que suelen atraer a Grado a personas de fuera de la región o las concentraciones deportivas, en las que los acompañantes tienen que alojarse fuera del municipio.

Es cierto que Grado ha vivido en los últimos años un pequeño impulso turístico con el incremento de peregrinos en la ruta primitiva, que pasa por el concejo hacia Santiago de Compostela. El municipio cuenta con tres albergues que, incluso se quedan pequeños. Pero en opinión de la edil de Turismo, "Grado no puede atraer sólo al peregrino, no puede ni debe porque tiene todos los recursos necesarios para ser un destino turístico".

Y es precisamente la ruta jacobea una fórmula para que el peregrino retorne de visita. Así lo observa la gerente del grupo de desarrollo rural "Camín Real de la Mesa", Beatriz López. En su opinión, la necesidad de una infraestructura hotelera en la villa es clave: "Es necesario porque realmente Grado es la cabecera de la comarca pero es el único núcleo que no dispone de un hotel que tenga mínimo tres estrellas y que no tiene por qué ser grande y supondría una oferta distinta a lo que hay en la villa, en Sestiello o en Rodiles, que tienen otro tipo de demanda". Quizás los hilos comienzan a tejerse. Según la edil de Turismo, un proyecto hotelero sobrevuela Grado: "Tratamos de fomentar la iniciativa privada con charlas con posibles inversores y el Ayuntamiento colaborará en todo lo posible para aumentar el turismo", confirma Huerta.

Una necesidad que también observan colectivos como "Amigos de Grado". Su presidente, Claudio Menéndez de la Riera, lo califica de "vital" para el desarrollo local. "Desde luego que a nivel organizativo se necesita porque no hay manera de organizar nada como un encuentro nacional de corales que planteamos". El presidente resume: "Grado tiene muchas truchas pero no hay cambeiro donde meterlas".

Además, Menéndez de la Riera aprovecha para insistir en el proyecto de la asociación de dotar a Grado de un auditorio. Una infraestructura que, en su opinión, serviría para impulsar más actividades culturales, sociales y recreativas y con las que poder crear programas que atraigan turismo al municipio. También observa la falta de un restaurante con capacidad para más de cien personas. Y es que la comida de los premios "Moscones de Oro" se va al concejo de Soto del Barco.

Esta carencia también la advierte el presidente de la Hermandad de Santiago y Santa Ana, José Luis Tamargo "Pitus": "Es algo que está muy claro, hay una demanda total y solo un sitio en la villa para dormir pese a estar en el centro de Asturias, además tampoco hay un restaurante donde hacer un acto social grande, en resumidas cuentas falta un sitio como era antes el Palper".

Compartir el artículo

stats