El mercado semanal de Noreña agoniza. En la jornada de ayer, sólo cuatro expositores instalaron su puesto en la plaza de la Constitución: el frutero "Richard", la quesería "La Sierra del Cuera" y dos puestos de excedentes de la huerta. Una escasez que se explica por el progresivo declive del mercadillo, agravado este fin de semana por el factor estacional y por las intensas lluvias que azotaron la zona durante toda la mañana.

"Si los puestos no vienen es porque no venden", explica José Ricardo Meana, "Richard", veterano y conocido frutero. "Que conste que yo no me quejo, vendo desde hace veinte años y tengo una clientela fija. Pero es cierto que cuando empezó este mercado había más puestos, incluso más fruteros, y ahora los mejores días podemos estar ocho o nueve", añade.

Richard, de hecho, señala que el "núcleo duro" del mercado lo forman él mismo, la quesería de "La Sierra del Cuera" y el florista Bruno Noval, que ayer no acudió a Noreña por tener que reponer sus existencias tras la fiesta de Todos los Santos.

"Nunca viene la semana después de Difuntos, pero el resto del año es un fijo", sostiene Richard, que remarca además que en invierno se produce una reducción notable de los puestos. "Venimos menos puestos, y cuando llueve los de ropa se quedan directamente en casa. Pero en primavera repunta el mercado, y este último verano hemos trabajado bien", afirma.

Juan Vallines, de "La Sierra del Cuera", también constata cierto bajón, aunque al igual que "Richard" tiene una clientela consolidada tras varios años acudiendo a Noreña. "El mercado ha bajado, pero es algo que no pasa sólo aquí. Esto sucede en cualquier mercado, y más en estas fechas del año, que es una época muy baja. Pero yo no me quejo, porque aquí tengo mis clientes y en Navidad tenemos un pico de actividad, con las cestas y las fiestas, y trabajamos bien", relata Vallines.