En el monasterio de Valdediós se echaba en falta un lugar tranquilo para rezar un rato o para el recogimiento espiritual o religioso. Las habituales visitas turísticas a la iglesia de Santa María muchas veces no permiten lograr ese encuentro íntimo que muchos buscan, por lo que las monjas carmelitas samaritanas, conscientes de esta demanda, han buscado una solución. Han encontrado un lugar ideal para una capilla en el salón que los antiguos monjes utilizaban de refectorio o comedor. Es un ejemplo más del vuelco que estas religiosas le han dado al monasterio desde que se instalaron en julio. En este tiempo se han encargado de darle lustre y aires nuevos.

En esta nueva capilla es donde las samaritanas celebran los jueves por la noche la adoración al Santísimo, en la que pueden participar aquellos fieles que deseen compartir con ellas un momento de oración tan importante para esta comunidad. Es un rezo más íntimo y recogido que la misa dominical de las 11 de la mañana. No obstante, quien comparte con ellas esta Eucaristía semanal repite, se queda enganchado a su carisma y a su devoción. Sus canciones, acompañadas de las guitarras que ellas mismas tocan, son otro de los elementos que cautivan a los feligreses.

La priora del monasterio, la madre Olga María del Redentor, reconoce que muchos de quienes visitan echaban en falta un lugar como esta capilla para el encuentro con Dios, y están encantados con el espacio, presidido por un gran Cristo en la Cruz. Los bancos de madera los trajeron las hermanas de su monasterio del paseo de Filipinos de Valladolid, que ya han dejado deshabitado con la marcha de las hermanas que quedaban en la capital castellana hacia Viana de Cega, en la misma provincia.

Las hermanas Samaritanas invitan a pasar el día en Valdediós para visitar el conjunto monumental, rezar en su nueva capilla o en la iglesia, compartir un tiempo con las monjas y comer en el buffet, aunque no se esté alojado en la hospedería. No ha de faltar pasar a echar un vistazo a la tienda y comprar unas participaciones de Lotería de Navidad, que están teniendo una grandísima acogida entre el público. Las monjas también barajan acoger convivencias concertadas en el monasterio, pues es un lugar con muchas posibilidades por sus grandes dimensiones al que ellas ya han empezado a dar vida.