La nueva directiva de la Sociedad Cultural y de Festejos "La Isla" le da el relevo a la presidida por José Antonio Rimada, con vocación de "seguir prácticamente la misma línea" de lo que se hizo hasta ahora. David Martínez, "Willy", impulsor del reflotamiento de una asociación que parecía abocada a desaparecer, ha dejado claro que su principal lema es "lo que funciona, no lo toques". Y en esta fiesta, que tras quince años de celebración está ya muy arraigada entre los polesos, funcionan muchas cosas. Entre ellas, el reparto de sidra, las verbenas y los juegos infantiles.

Junto a David Martínez, propietario de la sidrería Lo de Willy en el barrio poleso, estarán en la junta Pepe Otero, de la cafetería Bahía, y dos miembros de la plantilla de la sidrería, Daniel González y Oliverio Rodríguez. Su intención ha sido desde un principio la de evitar la desaparición de las fiestas, que, tras un inicio modesto, se han convertido en una cita importante en el calendario veraniego del concejo.

David Martínez se mostró muy agradecido por el trabajo de José Antonio Rimada y Valentina Valdés, el matrimonio que estaba manteniendo las fiestas en pie en los últimos años. Fue, precisamente cuando, en la última asamblea, Rimada dijo, exhausto, que lo dejaba, el momento en el que los nuevos directivos decidieron dar el paso. "En realidad, nuestro único interés es que la fiesta no se pierda; yo llevo aquí treinta años y me daba mucha rabia que desaparecieran unas fiestas tan buenas. Ellos hicieron un gran trabajo que no se podía perder, y hay que agradecerles el apoyo que nos dieron, fueron ellos los que nos estuvieron animando", explicó González, quien aseguró que estaría dispuesto a ceder en cualquier momento el cargo a alguien que quisiera asumirlo. "Si viene otro mañana, encantado", dijo.

Su intención, insisten, es únicamente la de evitar que la fiesta se pierda. De hecho, llegaron a la directiva porque vieron que nadie estaba dispuesto a tomar las riendas por ellos.

Entretanto, lo van a hacer "lo mejor posible" y, lo que es más importante, con buena disposición hacia los demás. "Estamos abiertos a ideas que vengan de todo el mundo; cualquiera que tenga una propuesta, estaremos dispuestos a barajarla".

Por suerte, a pesar de los malos presagios, que hacían pensar que la asociación se disolvería definitivamente, la nueva directiva llegó a tiempo para evitar su disolución. Ahora, su trabajo es mantener los más de 600 socios del colectivo -uno de los grandes logros de la directiva anterior- e, incluso, hacer alguno más.

Se han apresurado en sacar adelante la asociación porque hay que ponerse a funcionar para la fiesta del próximo año. Por lo pronto, ya han sacado a la venta lotería de Navidad, y se han encontrado con mucha colaboración para la venta.

David Martínez cree que este relevo joven le dará un nuevo impulso a la asociación y a la fiesta. Porque, además de los directivos, existe un grupo de jóvenes del barrio que, aunque no figuren al frente del colectivo, se han comprometido a echar una mano en todo lo que puedan.

"Hay que ponerse a tope ya", dice el nuevo promotor de la fiesta. Con la captación de socios y con la búsqueda de nuevos contenidos, las fiestas de La Isla ya están en posición de despegue.