Victor Küppers nació en Eindhoven (Holanda) hace 46 años, pero desde los once vive en Cataluña. Si bien es licenciado en Administración y Dirección de Empresas y Doctor en Humanidades, destaca por su faceta de formador y conferenciante y está considerado uno de los motivadores más importantes de España. El lunes ofrece una conferencia a las cuatro de la tarde en el centro cultural de La Fresneda titulada "Vivir con entusiasmo".
-¿Tan importante es la actitud en el éxito personal y profesional?
-No sé en qué porcentaje, pero el estado de ánimo lo es todo. No hay nada como ir por la vida "chutao" y alegre. En la vida, en el trabajo, en la labor de padre o en la profesional, lo que más influye son las ganas y la ilusión.
-¿Ser feliz en el trabajo conlleva serlo también en el hogar?
-No necesariamente. Cada persona tienen sus problemas en un ámbito o en otro y a veces estos trascienden entre los mismos.
-¿Trabajar con alegría aumenta la productividad?
-Si trabajas con alegría, ésta influye en la ilusión y el empeño. El rendimiento, la actitud y la motivación están totalmente ligados. Si me tratan bien, trabajaré con más ganas y, si no, lo haré desganado.
-¿Ayuda el panorama social y laboral actual a ser alegres?
-Vivimos en un país en el que el entorno es una mierda. Las palabras que se escuchan a todas horas son crisis, paro, recortes o corrupción. Ir animado aquí es contracorriente. El mundo que nos rodea es todo disgustos, pero es compatible este entorno con vivir animado, aunque requiera mucho esfuerzo.
-¿Cree que ayuda el actual panorama laboral español a esa alegría?
-Vivimos en un país que el entorno es una mierda entre crisis, paro, corrupción recortes, chorizos, maleantes... Lo normal hoy es ir animado. Ir animado es ir contracorriente. En el mundo que yo vivo son todo disgustos. Vivir animado requiere mucho esfuerzo. Hay dramas en la vida, pero la muerte es lo único que no tiene solución.
-¿Cree que a veces nos quejamos demasiado?
-Hay gente que pierde la alegría sin dramas. Hay gente que no tiene derecho a quejarse, que tiene un trabajo que le gusta. Hay que aprender a relativizar los problemas. Cuando la vida da golpes duros es cuando aprendemos a saber lo que es una chorrada.
-¿Se considera afortunado?
-Hay gente muy demagógica. En mi caso me levanto a las siete de la mañana y si hay un momento en el que pienso que todo es una mierda, reflexiono y me digo a mí mismo que cuánta gente pagaría por tener mi trabajo o mi vida.
-Hay que considera que su labor es puro marketing con fines comerciales.
-Yo siempre digo que no soy experto, sino una persona que copia de expertos y trata hacer llegar su mensaje. Es cierto que muchas veces trabajo en el sector comercial, pero es algo relacionado con mi actividad porque los vendedores viven de las relaciones humanas y el estado de ánimo es muy importante en este campo.
-Pese al difícil entorno del que habla, España ocupa el puesto 37 en el ranking mundial de felicidad.
-Lógico. Dentro de la mierda que tenemos, somos un país en el que se come de maravilla, con una naturaleza espectacular y en el que la amistad es muy importante porque la gente es proclive a reír y hacer reír. Además, la sanidad que tenemos, aunque ya no tanto, es envidiable, la mayoría tenemos calefacción y lo normal es que no te roben ni te maten como ocurre en otros países. Luego estamos algunos que encima somos del Barça y eso ayuda mucho.
-¿De qué hablará en La Fresneda?
-De cómo mantener el ánimo en un entorno de mierda como el que nos encontramos a veces. Hay muchas cosas que se pueden hacer para ir alegres por la vida. Nosotros controlamos el estado de ánimo y si damos una vuelta a lo malo y nos fijamos en lo bueno las cosas cambian. Se trata de aplicar la psicología positiva.
-¿Puede explicar ese concepto?
-Es un campo que trabajan mucho los psicólogos y psiquiatras como Rojas Marcos, que es una eminencia y una de las cosas buenas que tenemos en este país. Gente como él investigan como sacar el lado positivo de las dificultades.
-¿Cómo se entrena la actitud y el entusiasmo?
-Con hábitos. A conducir despacio se aprende conduciendo despacio. Se trata de obligarte a estar alegre hasta que lo seas.
-¿No resultan más fáciles otros caminos para estar alegre, como puede ser una subida de sueldo?
-En el trabajo, una palmadita en la espalda está bien, pero primero hay que cumplir ciertas condiciones higiénicas. Obviamente lo primero es que te paguen con justicia por lo que haces, pero más allá de eso nos gusta que nos digan lo bueno que hacemos, que nos motiven y valoren. Hay muchos jefes que no saben valorar.
-¿Da el dinero la felicidad?
-No da la felicidad, pero es muy difícil ser feliz si no tienes un dinero que garantice un bienestar mínimo. Ser feliz sin calefacción, sin trabajo y sin poder hacer tres comidas al día es imposible.
-¿Necesita la empresa española cuidar más la motivación?
-Creo que hace falta tratar mejor a la gente. Muchos trabajadores son esclavos con traje, corbata, teléfono o tableta. Un buen trato nos haría mejor a todos.
-¿Pasa la alegría de los catalanes por la independencia?
-Ahí ni salgo, ni entro. Soy holandés, es un tema que no me preocupa lo más mínimo. Tengo amigos en los dos lados, pero mi mujer es sueca y hemos aprendido a convivir con este problema sin que nos afecte.
-¿Qué le parece Asturias?
-Este verde es una pasada que quizás los asturianos no valoren, pero que le pregunten a uno de Murcia qué le parece.
