El alto volumen de tráfico de turismos, sobre todo en verano, y el de vehículos de gran tonelaje causa considerables atascos en la rotonda de El Empalme. El problema no es nuevo, pero, precisamente por eso, la alcaldesa, Amelia Fernández, reclamó ayer una mayor presencia de la Guardia Civil para regular el tráfico en este "punto negro" en el que confluyen los vehículos procedentes de Candás, Aboño y el cruce de acceso a las carreteras de Avilés y Gijón. La regidora carreñense se entrevistó ayer con responsables de la Dirección General de Tráfico para trasladar el malestar del concejo a cuenta de las retenciones por el tráfico pesado procedente de El Musel, máxime porque el túnel de Aboño, que podría descongestionarlo, lleva cerrado unos dos años.

El gobierno local de Carreño entiende que la mejor solución es la construcción de una macroglorieta en la zona, una actuación incluida en el plan de los accesos al puerto gijonés. Teniendo en cuenta que esa actuación no está, por el momento, en la agenda de la administración regional, la regidora considera que la presencia de agentes de la Guardia Civil de Tráfico es clave para ordenar el caos circulatorio. "Su presencia en la rotonda -la de la Guardia Civil e incluso la de agentes del puesto de Candás- se produce, actualmente, en días muy contados", manifestó Amelia Fernández, quien insistió en que la seguridad vial en este "punto negro" de la circulación es un asunto "que ha de implicar a todos".

La Asociación de Vecinos de Candás, presidida por Luis Fernández, también ha reclamado en innumerables ocasiones que la Guardia Civil regule el tráfico en esta rotonda porque insiste "en que sólo está esporádicamente" y no en las "horas punta".

Por su parte, los vecinos de El Empalme, que son los que más sufren los atascos, consideran que tanto a primera hora de la mañana como a última de la tarde, coincidiendo con los cambios de turno en las empresas de la zona, las retenciones del tráfico son una constante, que van a más durante los meses de la temporada estival, al agregarse a esa problemática el turismo playero, sobre todo en dirección al frecuentado arenal de Xivares.