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Comienza la cosecha de kiwi en Pravia: menos piezas pero más grandes

Las plantas bajan su producción por falta de horas de frío: requieren de 800 a 1.200

Los operarios de la finca "El Campón" recogiendo, ayer, los kiwis. S. ARIAS

Las vegas del Nalón a su paso por Pravia comienzan a estar a pleno rendimiento. Los productores de kiwi del bajo Nalón han iniciado la cosecha de los frutos, que este año viene marcada por un descenso generalizado en Europa de la producción. Si bien, los kiwicultores asturianos compensarán la merma con frutos de gran tamaño. "Habrá un descenso de entre el 30 y el 20 por ciento en toda Europa debido al tiempo de este año, pero aquí la bajada será menor", explica Ignacio Cavanilles, ingeniero agrónomo de la asociación asturiana de profesionales del kiwi (AAPK).

La recolección comenzó ayer en la finca "El Campón", en la vega de Santianes, donde los operarios trabajaban a buen ritmo con el ánimo del sol que lució en toda Asturias. A esta finca se irán sumando el resto de terrenos cultivados a lo largo de los próximos días o semanas cuando los kiwis estén en su punto óptimo para recoger. Unas condiciones que vigila de cerca Cavanilles con visitas a las plantaciones y análisis de laboratorio de los frutos. "Se irán recogiendo en función de la finca y, también, de la parcela", detalla. Así es como logran unos kiwis de máxima calidad, cogiéndolos de la planta en el mejor momento, indica.

El ingeniero agrónomo mide el sólido soluble, conocido popularmente como el azúcar del fruto, que se estipula en grados Brix. Los kiwis deben alcanzar el mínimo legal de 6,3 grados Brix para salir a la venta, aunque en el bajo Nalón no cortan los kiwis de la planta hasta que alcanzan los 7 grados Brix, obteniendo así unos frutos muy dulces y "de máxima calidad".

Otro de los factores que estipula la recogida es la materia seca, es decir la cantidad de carne que tiene el kiwi; y la dureza del fruto, que advierte con un penetrómetro. Para realizar estos análisis a los frutos coge varias piezas de cada parcela "para que sea una estadística real, uno puede marcar seis grados Brix y otro, de la misma, tener cinco grados Brix", comenta Cavanilles.

Estos análisis se completan con exámenes visuales en las plantaciones de la comarca, que suman un total de 120 hectáreas en el bajo Nalón, lo que supone el sesenta por ciento de la producción de Asturias. Una recogida que esta temporada presentará menos cantidad por el tiempo que hizo durante su ciclo productivo.

"La merma viene marcada, fundamentalmente, por la falta de frío del invierno pasado cuando brotaron muchas menos plantas, los kiwis necesitan entre 800 y 1.200 horas de frío", explica Cavanilles.

Con todo, estima que el bajo Nalón estará por debajo del 30 por ciento menos de producción que registran países europeos como Grecia y Francia. "Además se compensará con el calibre mayor que va a tener la fruta y la calidad de los kiwis de la zona", añade el ingeniero agrónomo.

Cuando la fruta vaya entrando en la cámara de frío para su conservación, Cavanilles seguirá realizando las mediciones a los frutos para decidir, también, cuando es el mejor momento para su salida al mercado. Unos exhaustivos análisis que ayudan a recoger los kiwis en el mejor momento para su posterior conservación y venta, obteniendo frutos de muy alta calidad que puedan competir en buenas condiciones con el resto de fruta europea durante la campaña del hemisferio norte. Es el ya llamado "oro verde" de Pravia.

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