Todos los grupos parlamentarios de la Junta General del Principado de Asturias se comprometieron ayer ante los representantes de los trabajadores del Matadero Central de Asturias (que cerró en el verano de 2014) a apoyar al grupo Panero -quien se hizo con la empresa de Noreña- para que pueda reabrir las instalaciones con al menos 20 o 30 de los antiguos empleados el próximo año.

Este compromiso se produjo tras una reunión entre dos representantes de los trabajadores y diputados de los distintos grupos. Concretamente, participaron en el encuentro el socialista Marcelino Marcos, los populares Luis Venta y Emma Ramos, María José Miranda por parte de IU, la forista Carmen Fernández, Nicanor García por Ciudadanos y Enrique López y Paula Valero por Podemos. Todos ellos acordaron redactar una resolución conjunta en la que se incluya un compromiso de no poner trabas y facilitar la concurrencia de la empresa propietaria de las instalaciones de optar a las líneas de ayudas existentes en las diferentes consejerías, según indican los propios trabajadores.

Dicho encuentro fue aprovechado por los representantes de la plantilla para denunciar la existencia de presiones por parte de otros mataderos de la región, que estarían ejerciendo sobre la administración con el fin de no perder cuota de mercado. "Nos consta que esto existe y nos limitamos a pedirles que no hicieran caso a las mismas", explica el trabajador Alberto González, que también aprovechó para defender la importancia de reactivar la actividad de Noreña. "Beneficiaría a todo el sector primario de Asturias porque supondría un importante canal de comercialización y ofrecería servicios que otros mataderos de Asturias no ofrecen", declaró.

Por otra parte, recordaron que los contactos mantenidos en los últimos meses con el Grupo Panero están siendo productivos, pues celebran el hecho de que la empresa se haya comprometido a contratar a parte de la plantilla de los anteriores administradores. "De momento hay intención de abrir con 20 o 30 empleados e incluso aumentar esas cifras si el volumen de negocio va a más", apuntan los empleados.

Por ello, esperan que tanto la consejería de Desarrollo Rural, como Empleo o Industria apuesten por una oportunidad que a su juicio "creará empleo y facilitará las numerosas incorporaciones al sector cárnico que están llegando provenientes del de la leche". Algo para lo que, aseguran, no piden "privilegios", sino que no se pongan trabas y haya un compromiso. "Ahora ya no hay excusas y sólo queda apoyar o no apoyar", sostiene un Alberto González que se salió optimista del encuentro con los políticos, de los que espera que cumplan con su palabra de redactar una declaración favorable a reabrir macelo en los próximos días.