Lo del bar del campo de fútbol de Valdesoto es un caso ya digno de estudio. El establecimiento, regentado por Agustín Rodríguez y su familia fue objeto en la madrugada del miércoles de un intento de robo que, de haberse consumado habría sido el cuarto desde el mes de abril que sufre el local hostelero. Por suerte, la alarma colocada como respuesta al hartazgo de los robos hizo su trabajo y los cacos huyeron, dejando únicamente daños materiales.

Los hechos tuvieron lugar en la noche del martes, día habitual de descanso del bar. Los titulares recibieron en torno a las dos de la mañana la alerta de que la alarma recientemente instalada había saltado y por tanto podría estar produciéndose un nuevo robo. Pronto, los afectados decidieron ir hasta el lugar de los hechos, eso sí, por un camino secundario en el cual se cruzaron con un vehículo del cual tomaron la matrícula por si pudiese ser de utilidad para las investigaciones.

Finalmente, el balance fue negativo por la rotura de dos ventanas. La primera corresponde a la terraza que sirve de comedor para el local, la cual estaba desprovista hasta esta semana de alarma, que sí saltó en el momento en que rompieron una segunda ventana que daba acceso al interior del bar. "Por suerte las medidas que tomamos surtieron efecto esta vez", comenta un Rodríguez ya cansado de estos hechos.

El primer robo del año tuvo lugar en el mes de abril cuando los ladrones rompieron la puerta que da al campo de fútbol para llevarse, bebida, tabaco y chucherías. Poco después, en agosto, volverían a entrar, llevándose un botín similar por el mismo procedimiento, lo que llevó a que la puerta fuese reforzada.

Sin embargo, esto no fue suficiente, pues el pasado 20 de octubre los ladrones volvían a acceder a las instalaciones por una ventana para volver a hacer de las suyas, en este caso, llevándose incluso alguna participación de lotería expuesta para su venta.

Fue este último asalto el que llevó a los regentes del negocio a tomar medidas más serias y colocar una alarma que además de evitar nuevos robos podría dar luz sobre la identidad de los autores que, según las investigaciones, podrían ser personas próximas a la zona y que conocen perfectamente el funcionamiento diario del establecimiento, así como la distribución de puntos de su interés como puede ser la máquina del tabaco o la bebida más cara. Estos hechos delictivos no son una excepción en la zona, pues sin ir más lejos, en la noche del jueves de la semana pasada, un número indefinido de personas asaltó una chalé de la vecina parroquia de Carbayín y tuvieron que huir después de que el dueño, que se encontraba cenando en la casas de sus padres, situada justamente al lado, se percatase de unos ruidos y accediera al interior a ver qué pasaba.