Un número indeterminado de individuos robaron en los últimos días en la fábrica de Muebles Heres, cerrada desde el año 2013, tras acceder a la misma mediante el método del butrón. Accedieron desde las instalaciones que ocupaba la fábrica de Muebles Campa, trasladada a Granda hace ahora tres años.
Varios vecinos de la zona habían advertido que en las dos últimas semanas se escuchaban ruidos como martillazos en las instalaciones abandonadas. Algo que en un principio se pensó que podría ser parte de una actuación para acondicionar la zona o bien trabajos de chatarreros que desde el cierre del complejo industrial aprovechan para llevarse ventanas, barandillas u otros objetos de posible valor.
Sin embargo, un exempleado de la propia fábrica de Muebles Heres fue el que advirtió esta semana al propietario de que alguien había entrado en unas instalaciones que se mantienen equipadas ante la posibilidad de su reapertura si aumenta la demanda del mueble. "Fue a por unas cosas que le iba a dejar prestadas y al ver una puerta cerrada que siempre tuvimos abierta se extrañó", comenta Manuel Heres, dueño de la fábrica, que puso los hechos en conocimiento de la Policía Nacional. Los agentes localizaron el viernes a varios individuos en la zona y procedieron a su identificación.
El propio Heres asegura que, aunque no cuenta con un inventario actualizado, entre las cosas que se echaron en falta están dos equipos de soldadura, un yunque de unos cien kilos de peso y una importante cantidad de aluminio. "Son materiales que podrían estar valorados entre 15.000 y 20.000 euros, aunque ahora tienen mala salida en el mercado", explica el empresario jubilado.
Aunque no se sabe a ciencia cierta, se teme que los cacos realizaran el butrón con la intención de acceder durante varios días a las instalaciones e ir desmantelándolas progresivamente, como hicieron previamente con las de Muebles Campa. Sin embargo, el propio Manuel Heres ha tomado cartas en el asunto y ha contratado al constructor Agustín Cotarelo para reparar el butrón e impedir que los ladrones accedan de nuevo a su nave.
Algunos vecinos achacan este suceso al abandono que padece la zona desde que la empresa Muebles Campa decidió trasladarse y vender las instalaciones a un contratista con vistas a un desarrollo urbanístico que posteriormente se vio truncado por la crisis del sector inmobiliario. Una situación que ha convertido la zona en un gran vertedero ilegal y que ya fue denunciada a finales de abril por Ernesto Díaz, vecino de la calle Hermanos Campa, en la que se encuentra la fábrica. La denuncia que fue seguida por un requerimiento del propio Ayuntamiento de Siero para que se acondicionara la zona que, lejos de conseguir una mejora, dio paso a un mayor deterioro en los meses sucesivos.
