De motor económico a basurero central. Así se podría resumir la evolución de las antiguas instalaciones de Muebles Campa de Lugones, que tras el cese de su actividad hace más de tres años y su venta para un desarrollo urbanístico que finalmente se truncó se ha convertido en un vertedero ilegal, un referente para el pillaje y un rincón de escape para los gatos callejeros.

Este descampado rodeado de edificios ruinosos ubicado en la calle Hermanos Campa ya fue objeto de quejas vecinales el pasado mes de abril, cuando los vecinos denunciaron por un lado la creciente acumulación de basuras en la zona y por el otro las deficiencias en el cierre perimetral que suponen un riesgo para la seguridad, especialmente de niños que tendrían fácil colarse en las instalaciones.

Dichas quejas fueron rápidamente atendidas por el propio Ayuntamiento de Siero, que entonces emitió una resolución por la que instaba a la propiedad a mantener las instalaciones en perfectas condiciones con el traslado de escombros a un vertedero autorizado, así como a establecer un cierre que impidiera el acceso a la zona, en un plazo de quince días. Una petición que los lugareños advierten que no fue atendida en su momento.

La situación, más bien, ha ido empeorando, dando paso a un creciente pillaje que la pasada semana se tradujo también en la entrada en la cerrada fábrica de Muebles Heres mediante un butrón realizado desde las viejas instalaciones de Muebles Campa. Un hecho que inquieta a unos vecinos que esperan que se busque una solución definitiva a este céntrico foco de conflictos.