La estación de trenes de Lugones, una de las más concurridas de Asturias, volverá a contar a finales de este año con acceso a unos aseos. La reapertura de la cafetería, que permanecía cerrada desde julio, permitirá también la utilización de los únicos servicios del equipamiento, que al pertenecer al establecimiento hostelero se mantenían también cerrados desde el verano, generando numerosas quejas de los viajeros.

La concesión de la cafetería durante los próximos cuatro años a unos nuevos titulares supondrá una mejora sustancial de la oferta de servicios en uno de los puntos de mayor movimiento de personas de Lugones. Una mejora que, no obstante, deberá de esperar, pues de momento sólo se iniciaron las labores de acondicionamiento del local por parte de los nuevos titulares, pero todavía se desconoce la fecha exacta en la que reabrirá sus puertas.

Se da la circunstancia de que desde julio los viajeros que precisaban hacer sus necesidades no tenían un lugar acondicionado para satisfacer las mismas. Una circunstancia que generó gran malestar entre muchos de los usuarios habituales, que llegaron a plantear soluciones como la apertura independiente de los aseos o el acondicionamiento de unos nuevos ubicados al margen de la cafetería.

Unas quejas que se esperan acallar con esta medida, aunque algunos temen que la medida no será suficiente para contentar a todos los que utilizan las instalaciones. "Aunque vuelva a abrir la cafetería nos encontraremos con el problema de que cuando esta cierre por descanso u otras circunstancias volveremos a estar igual", declara la ovetense Dolores Ibáñez que, no obstante, considera "un avance" que se haya adjudicado el local hostelero.

Ahora queda por saber si los trámites y las obras de acondicionamiento cumplen con los plazos marcados y el equipamiento puede estar a pleno rendimiento para las fechas navideñas, cuando se espera uno de los momentos de mayor tráfico de pasajeros por los desplazamientos de muchas personas que aprovechan las fiestas para visitar a sus familias en las poblaciones que conectan las líneas con parada en Lugones.

Mientras tanto, los usuarios deben continuar aguantando y tratando de evitar posibles apretones que les puedan colocar en una mala tesitura. Un situación que algunos denunciaron a este diario a finales del pasado mes de octubre, cansados de esperar por una solución desde el cierre de la cafetería en pleno verano. Fueron precisamente en las primeras fechas cuando las quejas fueron mayores, pues eran muchos los que utilizaban a diario el tren para ir a Gijón a la playa y se encontraban con el problema. "Algún día las pasamos canutas con los niños", declara Isabel Fernández, que se confiesa una "incondicional" del tren.