La falta de disponibilidad de aseos desde que cerrara la cafetería el pasado julio no es la única carencia que detectan los numerosos usuarios de la estación de Lugones, pues creen que uno de los principales problemas con los que se encuentran los viajeros en muchas ocasiones es la falta de personal. Concretamente, denuncian que el hecho de que los billetes sean vendidos por máquinas expendedoras ha supuesto ya más de un quebradero de cabeza a los pasajeros, producidos por averías y algún que otro percance difícil de solucionar sin asistencia.

Concretamente, las voces apuntan a la necesidad de que al menos haya una persona que se encargue de asesorar y ayudar a los usuarios con sus problemas, pues consideran que el volumen de pasajeros diario que se mueve en Lugones lo merece. Para ello se remiten a las estadísticas, que en el último lustro apuntaban a que el número de viajeros diarios de la estación superaba los 4.000 y la situaba por encima en lo que actividad se refiere a estaciones de otras localidades importantes de la región como pueden ser la de Gijón o la de Mieres.