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El Cristo de Candás no abandona la noche

El vecino que pide suprimir la melodía de la iglesia para poder descansar se ofrece a pagar el cambio de configuración del reloj

Vista lateral de la iglesia de San Félix de Candás. I. G.

La persona que denunció hace meses que la melodía del Cristo de Candás de la iglesia le impide conciliar el sueño durante las noches está dispuesta a pagar de su bolsillo la renovación del sistema informático del reloj. "Pago esa actuación para que así configurar el sonido de tal manera que deje de funcionar por las noches y así no me moleste", destacó el denunciante ante las tesis defendidas por los vecinos de que el sistema de control del reloj es muy antiguo y que no podría acometerse tal reforma.

El afectado también requirió hace días al Ayuntamiento que le presentara los resultados del informe de medición de ruidos realizado el pasado mes de agosto. "Como no me facilitaron ningún tipo de documentación, mandé un burofax al Ayuntamiento con el fin de conocer el resultado, sea el que sea", señaló el denunciante, que segundos más tarde indicó que sus principales sospechas es que el resultado del informe "no es el que quiere el Ayuntamiento", es decir, que la melodía del Cristo de Candás que suena cada hora se mantenga, como también lo solicitaron casi 1.500 candasinos a través de una recogida de firmas realizada durante el pasado verano.

Así las cosas, el informe de medición de los ruidos sigue sin salir a la luz pública cuatro meses después de ser realizado. Aquel 11 de agosto, el denunciante impidió que los trabajadores municipales pudieran analizar el impacto del ruido en el interior de su vivienda, según destacaron entonces fuentes municipales, esa cuestión obligó a realizar la medición de los decibelios en plena calle, en las proximidades de la vivienda del afectado, es decir, a unos cincuenta metros de la iglesia parroquial de Candás.

Ese hecho a la hora de medir los ruidos puede derivar en que el documento municipal no esté completo, ya que cabría la posibilidad de que para ser efectivo debería desarrollarse en el interior de la vivienda. Especulaciones a parte, el afectado demanda una pronta solución al Ayuntamiento para poder conciliar el sueño durante las noches y añade que pagaría la reforma del reloj con el objetivo de poder descansar.

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