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Siero

Reflexiones sobre Lugones

Un repaso a la historia de la localidad, marcada por su ubicación privilegiada, el desarrollo industrial y el movimiento vecinal

José Antonio Coppen con sus libros.

Lugones, mi pueblo, desde muy joven ha sido para mí la continuación de mi hogar. Pronto, cuando los ojos de la mente comenzaron a abrirse, sentí la necesidad e inquietud de vivir día a día su devenir, para enseguida pasar a informar y denunciar a través de los medios de comunicación cuantas cuestiones así lo requirieran. Nada mejor que vivir las cosas para escribir sobre ellas, siendo muy oportuno añadir que lo que no se escribe muere. Aparte de cientos de artículos publicados en periódicos y revistas, en su mayoría en el diario LA NUEVA ESPAÑA, ahí están en las bibliotecas municipales los dos libros de los que soy autor: "Lugones, Radiografía de mi pueblo" y "Lugones, latidos de un pueblo", que refrendan a las claras mi preocupación por lo local.

Con muy buen criterio, y siguiendo en su línea de celebrar cada año una exposición monográfica, los responsables del Grupo Folklórico Principado -que en el presente cumple 40 años de vida- optaron por organizar una exposición sobre el crecimiento y evolución de Lugones a lo largo de estas cuatro décadas.

Datos históricos de Lugones. Desde el antiguo origen del topónimo de Lugones, con una antigüedad próxima a los 2.500 años, lógicamente han pasado muchas cosas, pero sin duda los 100 últimos años han sido los de mayor evolución y desarrollo. Sobre el topónimo de Lugones cabe añadir que la primera referencia escrita sobre este vocablo es la del historiador romano Tolomeo, allá por el siglo II de nuestra era. Este buen señor era cronista del Imperio Romano.

Enclave privilegiado. En realidad las peculiares condiciones de que goza nuestro pueblo le vienen dadas, no cabe duda. Primero, porque la madre naturaleza le ubicó en el centro geográfico de la región, y luego también es justo responsabilizar a los monjes benedictinos Fromestano y su sobrino, que en el año 761 no se les ocurrió otro lugar para fundar Oviedo que a tan sólo 5 kilómetros de Lugones. No debemos olvidar que fue el Rey Alfonso II El Casto quien hizo de Oviedo la capital del Principado, y eso, quiérase o no, tiene una notoria influencia.

¿Qué es Lugones? Para algunos, Lugones es un bostezo prolongado o una siesta permanente. Para otros, un constante latido, un alarido lastimoso o una sonrisa de esperanza. Y para muchos es un rosario de desvelos y un vivero de inquietudes dentro de una isla entre tres mares municipales: Oviedo, Siero y Llanera. En Lugones se concitan el crepúsculo y el alba. Este pueblo es juventud y madurez, es efervescencia y levadura. Es una sinfonía de necesidades y reivindicaciones, y, al tiempo, una melodía machacona y reiterativa a ritmo del "Bolero de Ravel".

Metamorfosis. En este periodo de más de medio siglo, Lugones pasó de ser un pueblo rural campesino, como la mayor parte de los que poblaban Asturias, a convertirse en una localidad eminentemente industrial: llegó a contar con cinco factorías de primer nivel. La primera, Unión Española de Explosivos, fundada en 1884 y ubicada en la finca Santa Bárbara, ahora conocida como La Cebera, al transformarse en un hermoso Parque de 300.0000 metros cuadrados de superficie. La segunda empresa más antigua, en 1895, fue la SIA, popularmente conocida como Fábrica de Metales, hoy SIA Cooper. La desaparecida Mersa / Materiales Refractarios, S.A., otra de las más antiguas, hasta que a principios de la segunda mitad del pasado siglo fue fusionada poco después de su llegada en 1952 con la multinacional alemana Didier, S.A., hoy RHI (años después se divorciaron). Y, por último, en 1958 es cuando se inaugura la desaparecida Fundición Nodular, S.A.

Tendencia demográfica. En los últimos tiempos en España se están suministrando con frecuencia datos estadísticos demográficos que ponen de relieve las previsiones a tener en cuenta para el futuro. Referidos a Asturias, hace unos días se informaba de que en tres lustros un tercio de los asturianos tendrán más de 65 años, añadiendo: "y vivirán solos". En lo que atañe a la parroquia de Lugones, hemos obtenido la siguiente información estadística, a partir de los datos de 2014, los últimos de que se disponen:

De 0 a 12 años hay 1.486 niños. De 13 a 25 años, 1.476 jóvenes. De 26 a 45 años, 4.362 personas. De 46 a 65 años, 3.848 vecinos. De 66 a 85 años, 1.692 personas. Y de más de 86, 257.

En total, según el censo, suman 13.121 habitantes, con 263 más mujeres que hombres. Como se ve, la población de Lugones es muy heterogénea. Conviene advertir que la población real de la parroquia se calcula en 16.000 habitantes, pues son muchos los que no están censados. Añadir que Lugones es un pueblo multicultural, cosmopolita, pues aquí conviven gentes de todos los concejos de Asturias, de todas las autonomías españolas, así como personas de más de 50 países de los cinco continentes. Esta convivencia se desarrolla felizmente sin discriminación racial ni xenófoba. Ya se ha dicho que la civilización es convivir en comunidad.

Asociacionismo y movimiento ciudadano. Dejamos para el final los frutos que esta comunidad vecinal logró mediante el asociacionismo y sus acciones ciudadanas. Hubieron de consumirse varios lustros para que el sistema democrático ejerciera su influencia en la calidad de vida de nuestra comunidad, contaminación aparte. Este cambio en el hábitat de Lugones tuvo sus orígenes en el despertar del pueblo, conducido por la Asociación de Vecinos "San Félix", a partir de principios de los 90 del pasado siglo. Hay que destacar algunas de las acciones emprendidas.

Por ejemplo, contra el horno calcinador de Mersa. El largo tiempo que sufrió la población el grave problema de contaminación finalizó el 31 de agosto de 1985. Años después, el lugar que ocupaba dicha factoría se transformó en lo que hoy es la Urbanización San Félix. No podemos olvidar la lucha contra el horno incinerador que se proyectaba instalar en Villapérez, acabando por renunciar las autoridades a dicho ubicación. También se produjeron acciones encaminadas a conseguir la segregación de Lugones de Siero, como ocurriera en el resto de las autonomías españolas. Esta reivindicación incluyó manifestaciones y recogidas de firmas apoyando la independencia.

En realidad han sido otras varias las manifestaciones organizadas por distintos motivos: también por los problemas de la calidad del agua, así como contra la vía rápida que pretendía partir en dos el barrio del Carbayu (las autoridades acabaron accediendo a la construcción de un túnel). Igualmente reclamando el soterramiento del tendido eléctrico que sobrevolaba el parque de La Paz, demanda que se ha cumplimentado en tiempo récord después de esperar tantos años. Una obra que, aunque no se vea, ha constituido una inversión de las más elevadas realizadas en los últimos años en Lugones.

Asimismo, entre los logros que consideramos fueron fruto de aquel movimiento ciudadano están el Parque de la Manzana Central, luego bautizado con el nombre de La Paz; la senda de La Cebera, el mercadillo semanal, el Centro de Día. La reforma del Instituto Astures, que quedó como uno nuevo, más el polideportivo del mismo. La restauración de las Escuelas Viejas frente a Casa Fran, edificio adaptado para Centro de Formación del Consumidor. La ornamentación de tres glorietas: los Peñones, Cruce Viejo y Nuevo. Más zonas ajardinadas y bancos de sentarse por doquier. Con anterioridad, la Asociación de Vecinos tuvo que colocar bancos de cemento. Y el polideportivo, así como mejoras en el campo Santa Bárbara, incluyendo la hierba sintética.

Termino dando la bienvenida a la nueva asociación local "Lugones en pie", y hacemos los más fervientes votos para que en su cometido y gestión redunde positivamente en beneficio de esta comunidad de Lugones.

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