Una instantánea del "Monument Valley" en el Gran Cañón del Colorado preside uno de los salones de Casa Gerardo, en Prendes (Carreño). Junto a esa obra del madrileño Borja de Madariaga se admiran piezas escultóricas del asturiano Kiko Urrusti, "Pequeños Ecosistemas" de la granadina Cristina Capilla y, un poco más adelante, obras de la bilbaína Carmen Isasi confeccionadas a base de cintas de papel japonés, tengucho, de nueve gramos. Las obras expuestas proceden de la galería gijonesa de Viki Blanco. Su directora artística, María Menéndez, se detuvo a explicar cada una de las piezas repartidas por los comedores del restaurante durante una cena la noche del sábado al más puro estilo de Casa Gerardo, que permitió fusionar el arte gastronómico que emerge de los fogones de los Morán con la pintura, la fotografía y la escultura.

Urrusti consiguió vender una pieza, "Descomposición del círculo verde". Relata que su experiencia en esta iniciativa es muy positiva ya que "permite innovar" y a su vez "fusionar artes" y plantea además un nuevo escaparate para sus trabajos.

Es la cuarta edición de "Cómplices del arte", una iniciativa que pretende mantener los cuadros durante poco menos de medio año para que los clientes del local puedan admirar las obras en otro contexto ajeno a las galerías y así "contar con dos puntos de venta", explicó María Menéndez.

Borja de Madariaga es un fotógrafo madrileño. Trabaja en analógico y se considera un romántico en su incesante búsqueda de la belleza. "Soy un fotopintor y esta iniciativa me recuerda a Arco, donde se fusionan varios tipos de arte, también el gastronómico", señaló. Cristina Capilla es la primera vez que expone en una galería. Su obra basada en temática marina está basada en la observación de la naturaleza. Juega con tonos y colores en sus composiciones y considera que "Cómplices del arte" es una manera original de atraer personas a sus obras.

La vasca Carmen Isasi elabora piezas basadas en la "levedad". Trabaja con sombras y vacíos que provocan que lo inmaterial se convierta en un elemento plástico más que interviene tanto en la composición como en el sentido de la obra, según palabras de la artista. Y entre pequeños platos de fabada, merluza, hamburguesas y arroz con leche, entre otros, los clientes de Casa Gerardo y los clientes disfrutaron de una visita guiada y comprobaron que la gastronomía marida bien con otras técnicas artísticas.