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"Los mayores viajan menos al ayudar a hijos y nietos", avisan los jubilados polesos

Los pensionistas de "El Carmín" llenaban hasta cinco autobuses hace seis años para ir de excursión y ahora casi no completan uno

La crisis también ha llegado de lleno a los mayores. Viendo que sus hijos lo pasan apurado económicamente, no dudan en echarles una mano y sus pensiones se acaban convirtiendo en una ayuda fundamental y con la que muchas veces son capaces de sacar adelante a sus nietos. Pero, claro, no da para todo y toca privarse de algunos caprichos, como, por ejemplo, conocer mundo. Lo primero es la familia. "La ayuda a los hijos y nietos hace que puedan viajar menos porque tienen menos posibilidades económicas", reconoce Mari Paz Canga, presidenta de la Asociación de Pensionistas El Carmín, de Pola de Siero. Argumenta que si hace unos cinco o seis años lograban completar cuatro y cinco autobuses en las excursiones, "ahora cuesta llenar uno". "A ver si remonta un poco", confía, pues reconoce que hay mayores que hasta han tenido que dejar las residencias porque la familia necesitaba ahorrar ese gasto para afrontar el día a día.

Así todo, los mayores de Pola de Siero se resisten a quedarse en casa y uno de sus retos es lograr embarcar en un crucero, pues ya han recorrido media España y también algunos países cercanos. Así que confían en reunir un grupo dispuesto a surcar los mares. "Es lo que nos queda", apunta Mari Paz Canga.

Son unos 2.500 socios, que demuestran que los mayores en Pola de Siero tienen mucha actividad. Todas las semanas disputan campeonatos de tute y parchís y también organizan liguillas de este último y de brisca. Suele haber mucho ambiente en el hogar del jubilado poleso, pues se entretienen con la lotería familiar, así como los talleres de cuero, ganchillo, memoria, informática, baile de sevillanas y patchwork. También tienen podólogo y tres grupos de gimnasia de mantenimiento, que es lo más demandado, según explica la presidenta. Reconoce que las mujeres son más participativas en estas actividades.

Ayer comenzaron a adornar el centro con motivos navideños para que luzca bien el sábado, que es el día que reparten el bollo entre los socios. Podrá recogerse de 11 a 14 horas y de 16 a 20. Es el anticipo de la semana cultural que tendrán del 12 a 18 de diciembre con charlas, exposiciones sobre las manualidades que realizan en el centro, un amagüestu, teatro, canción asturiana, la actuación del Pravianu y una paella que cocinará Antonio Lago, el tesorero, que también se ha encargado de realizar la pintura con la que ilustrarán las felicitaciones de Navidad.

Les queda recuperar el servicio de peluquería que tenían en la sede anterior. Están contentos con sus instalaciones, aunque a algunos mayores les cuesta llegar caminando por lo empinado de las calles. Se financian con la cuota de los socios y las ayudas que reciben del Principado y el Ayuntamiento.

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