La fiesta de Les Carroces de Valdesoto tiene mucho trabajo detrás, y todos los años se ven creaciones muy logradas que siguen sorprendiendo al público. Para que estas creaciones no se pierdan en el olvido, hace años que se especula con la posibilidad de habilitar un espacio como museo de Les Carroces en la parroquia. A la mayoría de la gente le parece bien, pero no es un asunto fácil.
"Me parece una buenísima idea, pero la cuestión es cómo lo hacemos y dónde lo hacemos", apunta Berna Menéndez, de la peña "Como yera antes", una de las veteranas del desfile. Porque la propuesta no deja de tener su dificultad. En primer lugar, porque las carrozas, especialmente las más espectaculares, son de un tamaño colosal, con lo que exponerlas tal cual se hicieron requeriría un espacio muy grande. Además, muchas de ellas están construidas, para su transporte, en plataformas que, una vez acabado el desfile y desmontada la carroza, se aprovechan para el año siguiente.
Por otra parte, como sostiene Celso Roces, de la asociación Todos Juntos Podemos, "las carrozas son algo vivo, no solo es lo que se construye sino también la representación teatral", dijo.
Entre las opciones que se han barajado está la de construir maquetas a escala de las carrozas más significativas. No obstante, no todo el mundo está de acuerdo con este modelo.
Manuel Pergentino Martínez, de la peña Cotiellos, aboga más por salvar algunas piezas significativas que haya en algunas de las carrozas, más que carrozas enteras. "Hay piezas en las carrozas, recreaciones, que son únicas, y que las peñas al final abandonan. Pone el ejemplo de un caballo de Troya que construyo la peña El Llagarón para un desfiles. "Estaba muy logrado, y una vez que ya se desfiló, lo normal es que aprovechen la madera para otras cosas, o que lo destruyan; este tipo de piezas son las que cabrían en el museo", dijo
En opinión de Martínez, un museo tendría poco coste para el Ayuntamiento, y "aprovecharía la buena situación del concejo de Siero para atraer a mucha gente que viene a visitar Asturias". No obstante, cree que "no debería ser un museo al uso sino algo más dinámico, un sitio donde todo el mundo pudiera ver y apreciar". Dada la situación céntrica y el clima en Asturias que no siempre acompaña, se trata de "diversificar un poco y ofrecer más cosas a la gente para entretenerse".
El dinamismo del museo podría pasar por que las peñas se fueran turnando para representar allí algunas de las actuaciones que habían interpretado para los desfiles. Otra posibilidad sería habilitar "un aparcamiento de fácil acceso para las carrozas, de tal manera que la gente que no vio las carrozas en agosto las pueda verlas después, hasta que se empiecen a montar otras".
A su juicio, "hay muchas posibilidades, y la forma de llevarlo se puede estudiar", pero lo importante es contar con ese espacio que permita que esas piezas únicas que habían nacido con vocación de ser efímeras puedan permanecer más tiempo para deleite de más gente. La propuesta está en el aire. Ahora falta quien la ponga en marcha.
