"No podemos esperar más porque parece que se ríen de nosotros". Así de rotunda se muestra Loli Prendes, alcaldesa de barrio de Argüelles, que anuncia que acudirá al presidente del Principado de Asturias, el socialista Javier Fernández, desengañada ya de las promesas incumplidas por los sucesivos alcaldes desde que los vecinos comenzasen a reclamar unos puntos de luz en la carretera nacional 634 a su paso por el pueblo. Corría 1990.

La gota que colmó el vaso de la paciencia de la representante vecinal es lo que considera un incumplimiento del compromiso del actual alcalde, el socialista Ángel García "Cepi", de buscar una solución a esta demanda cuando este era todavía candidato a la Alcaldía en el año 2015. Prendes muestra como prueba un documento firmado por el propio García en el que solicita una reunión al representante del Ministerio de Fomento, Javier Uriarte, junto con una representación vecinal, para buscar una solución a la falta de iluminación en la travesía. "De esta reunión no hemos vuelto a saber nada", explica.

Sobre las explicaciones del regidor al respecto, Prendes asegura que se limitan a que el problema es trasladado en diferentes reuniones a dos bandas, pero sin presencia vecinal. "No podemos dar fe de que se esté haciendo algo porque no hemos participado en reunión alguna, como se nos prometió", sostiene la alcaldesa, que denuncia la falta de atención por parte de la máxima representación municipal. "Ni el alcalde ni el concejal de Obras nos cogen el teléfono, aunque los ediles de otras áreas sí nos atienden", cuenta.

Ante tal situación, asegura que está decidida a acudir a instancias más altas en busca de un revulsivo que desbloquee el proyecto, que en su día estuvo apoyado por las firmas de todos los vecinos y con un compromiso para compartir los gastos de instalación de las luces por parte de quince viviendas y cinco empresas locales. "No creemos que sea una demanda para esperar 26 años, así que trataré de entrevistarme con el presidente del Principado", anuncia la alcaldesa.

Una demanda que, por otra parte, asegura que no es la única que tiene pendiente en la parroquia. "Los ríos están que da pena verlos y nadie se moverá para que se limpien hasta que se ahogue alguien", comenta una representante vecinal que considera un engaño que se diga que se destina un 30% de las inversiones municipales a la zona rural. "Hacen un saneamiento en una parroquia que debía de estar terminado hace 30 años y lo cuentan como inversión para toda la zona rural", comenta la mujer, que dice lamentar "ser pesada", pero al mismo tiempo lo achaca a que el gobierno local "no hace nada por nosotros".