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Cuando "la voz de tergal" pisó el estudio

El vocalista noreñense Tino Fombona grabó hace 50 años su primer disco con cuatro temas compuestos por su amigo Falo Moro

Fombona, primero por la izquierda, con la "Orquesta Langreana" en los años sesenta.

"Ahora se dice cantantes, pero en mi época éramos vocalistas porque teníamos que saber adaptarnos a todos los géneros". Así reivindica el noreñense Tino Fombona, conocido como "la voz de tergal", su capacidad para adaptarse a géneros tan variopintos como "dixieland", el "slow", el "afro" o el "slow rock" en el que sería su primer y último disco de estudio, grabado hace justo ahora 50 años en los estudios Columbia, en Barcelona.

Aquel trabajo, titulado "Tino", supuso un importante salto cualitativo para un músico modesto que en 1950 se dio a conocer gracias a un concurso organizado por la comisión de fiestas de San Antonio de Colloto como componente del "Dúo Condal", que formaba junto a Jesús Cuesta. En aquella cita, Fombona, de 19 años, se alzó con el primer premio, y ello le abrió la puerta para incorporarse a la orquesta "Monte", para luego pasar a la "Orquesta Langreana".

Fue en esta época cuando a Tino le llegó la gran oportunidad. La Langreana compartió cartel con la famosa orquesta Rudy Ventura y curiosamente, Fombona llamó la atención del teclista del afamado grupo, Vicente Sabater, quien le brindó la oportunidad de grabar un disco para la firma Victoria. "Me dijo que yo tenía que grabar en estudio y acepté", recuerda. Fue entonces cuando echó mano de su amigo, el fallecido compositor poleso Falo Moro, con el cual seleccionó los temas del trabajo, que finalmente se grabó a finales de noviembre de 1966. "Yo trabajaba en la granja escuela de Luces y allí estuve quince días con Falo trabajando sin parar", explica sobre la preparación de cuatro temas del sierense, que ya habían ensayado en su día y que Sabater se encargó de arreglar antes de la grabación y el lanzamiento.

Contrato modesto

El contrato fue modesto, pero muy meritorio. "Me pagaron toda la estancia y me dieron 500 ejemplares para que vendiéramos Falo y yo; el resto lo comercializaron ellos", indica el vocalista noreñense mientras sostiene un ejemplar del disco en el que se incluyeron los temas "La chica del trombón", "La última nota", "Omahei" y "Vivir sin ti".

Una gran experiencia que incluso le abrió la puerta de un contrato al que tuvo que renunciar. "Me ofrecieron una gira por los hoteles Meliá de todo el Mediterráneo, desde España hasta Grecia, pero no podía permitírmelo por mi trabajo y mis cinco hijos", recuerda Tino Fombona, que destaca el hecho de lograr grabar "en una época en la que era dificilísimo". Desde entonces sólo tuvo la oportunidad de grabar trabajos de sus numerosas actuaciones en directo.

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