"Vamos a recordarle como mejor sabemos y como le hubiese gustado, con música". La villa de Candás rindió ayer un sentido homenaje a José Ramón González Muñiz. Un total de ocho grupos, y numerosos de vecinos y amigos del fallecido que dejaron cortas el centenar de butacas instaladas por el Ayuntamiento, participaron en el primer memorial en recuerdo del polifacético candasín que fue, entre otras muchas iniciativas, fundador del Coro de la Bodega, y al que ayer sus allegados recordaron "como un hombre que siempre lo daba todo a cambio de nada". "José dejó una huella imborrable, tanto por sus ideas como iniciativas. Era un innovador, que conseguía todo lo que se proponía; rozando, en muchos casos, la genialidad", dedicó Luis Alfonso Prendes, del Coro de la Bodega, entidad organizadora del acto, en los prolegómenos del recital. "Estoy convencido de que si la salud se lo hubiese permitido, hubiese llevado a cabo más iniciativas", aseguró Prendes.

Y es que González será siempre recordado por sus vecinos como un candasín de pro que luchó por la cultura local, especialmente por la música. Fruto de ese trabajo logró llevarse muchos amigos. Precisamente, a lo largo de su dilatada trayectoria, González había mantenido algún tipo de vinculación con todas y cada una de las agrupaciones que ayer se sumaron al memorial. Por ello, todas quisieron estar presentes en la antigua fábrica de Ortiz para devolverle parte del cariño que él les dio. Pipo Prendes, amigo desde la infancia de González, fue el encargado de abrir el concierto. El músico local, emocionado, miró al cielo en numerosas ocasiones para dedicarle los tres temas que interpretó en solitario. Tras él se unieron al homenaje el "Grupo Gabiana", la Coral Aires de Candás, el Grupo de Técnica Vocal de la Escuela Municipal de Música Miguel Barrosa, José Antonio Medina y Angels Prado, el Coro "Nordeste", Claudia Ortiz y el Coro de la Bodega. Y es que ayer en Candás nadie quiso perder la oportunidad de recordar la figura de José Ramón.