Prevenir e identificar conflictos. Éste es el principal objetivo del programa educativo sobre enfrentamientos que el Ayuntamiento de Llanera implantará, con la colaboración del experto en artes marciales Joaquín Muñiz, a partir del próximo 2017 en el instituto. Los beneficiarios de esta iniciativa, que se prolongará durante 60 sesiones a lo largo de tres meses, serán los más de cien alumnos de primero de la ESO. Con este programa, pionero a nivel regional y que fue presentado ayer en el salón de plenos del Ayuntamiento, el centro educativo espera que los jóvenes "aprendan a autocontrolarse" e "implicar a otras instituciones y agentes" en la educación de los más jóvenes; además de dar respuesta a un problema que se vive en el día a día de los colegios e institutos: el aumento en el número de conflictos.

"Nuestra intención es dar a los jóvenes las herramientas para identificar los conflictos existentes y atajarlos", sintetizó la concejala de Educación, Susana García, sobre esta experiencia piloto. "Que dispongan de las herramientas necesarias para autocontrolarse y resolver cualquier tipo de problema sin llegar a las manos ni insultarse", abundó la edil.

En la misma línea, Carlos Suárez, director del Instituto de Llanera, destacó que esta opción viene a dar respuesta a una controversia detectada en el centro -y extrapolable a cualquier institución educativa-: "los conflictos".

La cabeza visible del instituto consideró ésta una opción "para resolver" los problemas que surgen en el día a día del centro, y agradeció la colaboración del Ayuntamiento y del Club Tai-Jitsu Asturias, en el que Muñiz es profesor. "Necesitamos que tanto las familias como las instituciones se involucren en la educación de los chavales. No podemos hacerlo solos", destacó Suárez.

Este programa, inédito en la región hasta la fecha, será puesto en marcha por Joaquín Muñiz, séptimo dan en tai-jitsu. "Sentaremos unas bases y unos límites, tanto a nivel físico como verbal, que los chicos no deben permitir que se sobrepasen", adelantó el experto en artes marciales. Además, en la planificación elaborada por Muñiz y el centro también está previsto que se dedique un apartado del proyecto a las redes sociales y las nuevas tecnologías, campo en el que más han aumentado los casos de violencia dentro y fuera del aula.

Esta prueba piloto se realizará con los niños de primero de la ESO, ya que se trata de chavales "que han afrontado recientemente el cambio del colegio al instituto, y que se ven en la obligación de convivir en un espacio con una mayor diversidad que sus anteriores centros".