La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El futuro suena bien en Siero

Jaime Álvarez y Adrián Villa toman el relevo de la gaita asturiana tras destacar en los concursos regionales con 16 años

Jaime Álvarez (izquierda) y Adrián Villa, tocando la gaita en la plaza Mayor de La Fresneda. L. BLANCO

"Los compañeros de clase no se creen que tocamos la gaita hasta que nos ven con ella al hombro". Adrián Villa y Jaime Álvarez son dos claros exponentes de que el folclore asturiano no es cosa de viejos ni del pasado, y están dispuestos a poner su granito de arena para que la tradición siga muy viva. Dos promesas que tienen en común la edad, 16 años, su municipio de residencia, Siero, y el haber descubierto el mundo de la música de mano de familiares.

El último concurso de ámbito regional, celebrado en Bimenes, certificó que Siero tiene cantera, pues si bien el ganador fue Diego Fernández, gaitero gijonés de 21 años, Jaime Álvarez y Adrián Villa, bastante más jóvenes, le siguieron, por ese orden, en el podio final, certificando su pujanza como valores a tener en cuenta en el futuro.

Este fue sólo un premio más para Álvarez, que cierra este 2016 plagado de éxitos. Sin ir más lejos, ganó los concursos de Villaviciosa, Libardón y Cabrales y se metió entre los mejores en otras citas como la de Oviedo. "Mi meta, como la de todo gaitero, es ganar en Lorient", explica este joven de La Fresneda, que tiene como referente al gallego Carlos Núñez y sostiene que le gusta "todo tipo de música". Una pasión que descubrió de la mano de su hermano Álvaro, gran campeón de los concursos de gaita y de la mano del cual se enroló en la banda Xácara de Oviedo.

Villa, por su parte, toca en la banda de gaitas "Villa y Condado de Noreña". Fue su tío Chus Solís quién le inició en un mundillo que inicialmente no le convenció. "Al principio no me atraía, pero luego mejoré y terminé por engancharme", explica Adrián que, curiosamente, tuvo como principal mentor al propio Álvaro Álvarez, hermano de uno de sus principales contrincantes en los concursos de la región y su gran referente junto a su tío, del que quiere copiar otras facetas. "Me interesa la idea de fabricar gaitas como hace él", apunta.

No obstante, admiten que la gaita no es su única pasión. "Toco el piano por capricho y de manera autodidacta", explica Adrián Villa, que además juega al fútbol en el Grujoan de Oviedo, mientras que su amigo Jaime decidió centrarse más en el fuelle. "Hacía natación, pero tuve que dejarlo por falta de tiempo", indica el joven, que ensaya durante al menos una hora al día frente a los ensayos cada dos días que Villa suele realizar.

Compartir el artículo

stats