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Bodas de oro de las pioneras de Siero

La Asociación de Amas de Casa celebra su medio siglo de andadura con un perfil diferente de socia: "Antes eran jóvenes con niños pequeños y ahora son jubiladas"

María José Sánchez Fonseca, en la Pola. MARIOLA MENÉNDEZ

La Asociación de Amas de Casa y Consumidores "Santa María de Covadonga", de la Pola, está pensando en cómo celebrar por todo lo alto sus cincuenta años de historia. La delegación de Siero se fundó en 1967, casi a la par del surgimiento de la asociación regional, por lo que fue de las primeras de Asturias. "Fue pionera en aquellos años", destaca su presidenta, María José Sánchez Fonseca, que reconoce que otro mérito de este colectivo es haberse mantenido durante este medio siglo de trayectoria.

Fue Ángela Carazo la que puso la primera piedra para que "las mujeres tuvieran más horizonte fuera de la casa". Además, María José Sánchez remarca que "siempre tenía en mente que pudieran cotizar y el día de mañana tener una pensión". Y para lograr ese reto de facilitar la integración de las féminas fuera del reducto del hogar crearon en 1969 la primera guardería de Pola de Siero, "El Nidín". Era una forma de dar un respiro a las socias en la crianza de sus hijos, y tuvo éxito. Cuando cerró tardó en haber otra.

La presienta de este colectivo de amas de casa recuerda que entonces también ofrecían la posibilidad de realizar talleres prácticos como, por ejemplo, de fontanería, para aprender a cambiar un grifo.

"Antes eran jóvenes con niños pequeños y ahora se hacen socias al jubilarse", indica su presidenta. Las circunstancias de las mujeres ha cambiado mucho en estos cincuenta años. Pues si antes esta asociación pretendía ofrecer "un tiempo para ti fuera del ámbito del hogar, ahora muchas no pueden ir porque no tienen tiempo", explica María José Sánchez. En la mayoría de los casos, los nietos les ocupan muchas horas, y más cuando se jubilan. Por ello, en la etapa que esperan tener más disponibilidad para el ocio están aún más ocupadas que antes echando una mano a sus hijos. Los abuelos se han convertido en una figura clave y apoyo indispensable para las familias, principalmente en el cuidado de los niños.

"También hubo una etapa en la que viajamos mucho. Era un momento en el que se salía poco", así que la asociación brindaba la oportunidad de conocer mundo a aquellas polesas. También les gustan las excursiones culturales, así que recientemente visitaron el archivo histórico o Valdediós. Hace unas semanas pasaron una tarde de convivencia, que no olvidarán, con las hermanas Samaritanas en el monasterio maliayés. Hasta se animaron a cantarles el "Cristo de Santa Ana" de la Pola.

Reconoce que "ahora es el momento más complicado. Éramos más de 400 socias y ahora somos unas 300". María José Sánchez lo achaca a la crisis, pues ocurre "en todas las delegaciones".

Ahora, la principal demanda de las socias es el entretenimiento. Así que cuando encuentran un hueco participan en los talleres que ofertan de cuero, patchwork, manualidades, sevillanas, movimiento saludable o teatro. Entre las más jóvenes triunfan los de cocina y confección. "El mayor reto es que la asociación siga, colaborar con otras asociaciones y que la gente joven se haga socia", pues cuesta encontrar relevo, reconoce la presidenta. No paran, pues colaboran con la cabalgata y en Comadres imparten clases de cocina típica de esas fechas. También organizan charlas sobre consumo.

Las amas de casa de la Pola quieren celebrar su medio siglo de forma "especial", así que están pensando en qué cómo lo harán. Algunas, con más de 90 años, son socias desde el principio.

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