"Estamos valorando poner falsos techos e insonorizar" el nuevo polideportivo de Pola de Siero. Lo afirmó el director del Patronato Deportivo Municipal de Siero, Virginio Ramírez, después de que los usuarios se quejaran del ruido en las instalaciones. La música de algunas actividades, como el aerobic, molestaba en exceso a otros asiduos al polideportivo, como el grupo de gimnasia de mantenimiento, pues llegaban a no poder escuchar a su monitor. Así que han optado por trasladar las clases vespertinas de pilates y yoga al antiguo polideportivo hasta que se solucionen los problemas de insonorización.

Ramírez explicó que también están pendientes de arreglar otros inconvenientes que han ido surgiendo al poco de que se inauguraran estas instalaciones en noviembre, como mejorar la intimidad de los vestuarios colocando unas mamparas para evitar que se vea desde fuera. Aunque en el tatami han situado unas "buenas colchonetas de competición", pondrán además "una base amortiguadora" para las caídas. A pesar de los inconvenientes enumerados, las instalaciones deportivas de Siero han mejorado y eso ha supuesto que sean más los usuarios que se animan a acudir al gimnasio del nuevo polideportivo. "Hay bastante gente nueva", reconoce el conserje, Félix Vigil. Lo achaca al atractivo de unas nuevas instalaciones y a la curiosidad por conocerlas, pero también a que tiene unos 300 metros cuadrados, más del doble que el antiguo gimnasio.

Asimismo, hay más máquinas. Otro dato positivo es que "cada vez hay más mujeres" entre los usuarios, aunque ellos siguen ganando en número y, por lo general, en constancia. Alrededor de unas 60 personas acuden diariamente al nuevo gimnasio, y entre 300 y 400 pasan por el polideportivo. "Cada vez se hace más deporte y la tendencia es a crecer", destacó Vigil.