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Los clientes quieren incluir la sidra en el menú del día pero los hosteleros son reacios

Los chigreros de la Pola advierten de que la bebida regional encarecería los platos y plantean que, en caso de ofertarla, la escancie el comensal

José García Fernández, Celso Vega, José María Casquero, Ana Marina Argüelles, Cuqui Magadi, Mari Carmen Magadi y José García Martínez, ayer, en una terraza de la plaza de Les Campes, en Pola de Siero, tomando unos culetes de sidra. MARIOLA MENÉNDEZ

La idea la lanzó el Club Sierense "Amigos de la Manzana": incluir la botella de sidra como opción de bebida en el menú del día, además de vino o agua. Y el debate está en las sidrerías de Siero. Los clientes están encantados con la propuesta, pero los hosteleros no tanto, pues defienden que al tener que dar un servicio extra se encarecería un producto ya de por sí económico, el menú. Eso sí, unos y otros coinciden en que la solución pueda ser que el comensal se sirva él mismo la bebida con tapón o escanciador eléctrico, pero sin que sea el camarero quien esté pendiente de echarle la sidra.

La hostelera Loreto García, de Pola de Siero, lo tiene claro: "no me gusta la idea porque los menús del día ya son baratos de por sí y por 2,50 euros que cuesta la botella de sidra tengo que escanciar seis veces y no compensa". Y eso que en su local no sirven menús del día. "Me parecería bien si no se escanciara", agrega. En ese caso, el cliente se lo serviría con el tapón especial o el escanciador eléctrico. La otra alternativa sería subir el precio del menú en compensación al trabajo del escanciador, pero esta solución convence menos a los clientes.

Guti Rodríguez, de la sidrería La Ballera de Villaviciosa, es uno de los referentes sidreros de la región y se pronuncia en el mismo sentido que Loreto García. "La botella de sidra puedes darla con el menú si la echa el cliente, porque hay que pagar el trabajo del escanciador", apunta. Está convencido de que "no se valora el trabajo del chigreru" y sostiene que "es bueno que la gente tome sidra, pero hay que pagar ese trabajo" de saber cuidar la sidra a la hora de servirla, principalmente en cuanto a temperatura, así como escanciarla e ir de llagar en llagar a buscar la mejor bebida para sus clientes. "La sidra la cobramos a parte de menú", apunta Rodríguez.

Silvia Alves tomaba ayer unos culetes, al mediodía, en la plaza de Les Campes de la Pola, en familia. "Me parece perfecto", respondió sobre la propuesta de que la botella de sidra se incluya en el menú del día. Se puede decir que hay unanimidad entre los consumidores habituales. Confiesa que echa en falta esa opción de bebida en los menús y acepta que fuera sin escanciar, teniendo que usar el tapón. Su hermana Lorena Alves también la cree "muy buena idea. La sidra me gusta, pero entiendo a los hosteleros". A su lado, David Palacio, comenta: "Lo veo bien, pero entiendo que si lo tienen que echar, o suben el precio del menú o te ponen el tapón". "Lo veo bien", asentía también Carmen González.

Unos metros más allá, Aurora Cueto y Julio Fariña disfrutaban del soleado domingo en la una terraza de Les Campes. "Me parece bien" que se incluya la sidra en el menú "porque no me gusta el vino", apuntó ella, que también lo ve como una forma de promocionar la bebida asturiana. Él también aplaude la propuesta, aunque se confiesa más fan del vino, pero si no es de buena calidad, como suele ocurrir con el que sirven en el menú, "mejor sidra".

Entre los muchos grupos que ayer se reunieron en la plaza polesa para disfrutar al sol del vermú dominical estaban José García Martínez y José García Fernández, con sus parejas y amigos. Para el primero, la idea del Club Sierense "Amigos de la Manzana" está "muy bien" y admite que se la sirvan con tapón. Su compañero lo acepta igualmente con agrado y defiende que "tiene menos alcohol". Habitualmente consumen sidra y no les importaría que para poder comer el menú con la bebida emblema de Asturias lo tengan que echar ellos. Celso Vega es más tajante: "Tenía que ser obligatorio que la sidra estuviera en el menú". El resto de miembros de la mesa acogen con entusiasmo la idea que lanzó el Club Sierense "Amigos de la Manzana".

Por lo que el debate está sobre la mesa. Sólo falta que los hosteleros encuentren la fórmula que satisfaga sus intereses y al cliente, dispuesto a comer con sidra. Pero escanciar a unos comensales sí y a los de menú, no, también podría generar problemas.

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