Jessica González Álvarez, Ana Molleda Rodríguez y Adrián Torre son tres de las 389 personas que el año pasado dejaron de engrosar las listas del paro en Siero, concejo en el que se redujo la cifra en más de 500 personas. La concejala de Empleo, Noelia Macías, destaca que a lo largo de 2016 se produjo un descenso progresivo en las tasas de desempleo del municipio, pues en enero había 4.404 parados y el año finalizó con 3.839. "No obstante, cabe analizar estos datos con prudencia", destacó, pues aunque se realizaron más contratos, "desconocemos las condiciones" y "uno de los objetivos debe ser la creación de empleo estable y de calidad". También lamenta que "desafortunadamente, la tasa de desempleo femenina sigue siendo muy superior a la masculina". En diciembre había 2.084 mujeres sin trabajo frente a los 1.755 hombres. En las primeras, a lo largo del año, el paro disminuyó en 162 y en 227 varones.
Jessica González Álvarez tiene 31 años y es licenciada en Biblioteconomía y Documentación. Estuvo trabajando hasta el 31 de diciembre de 2015 en el archivo de una caja de ahorros, contratada por una empresa de trabajo temporal, y hasta el 11 de marzo pasado estuvo buscando un empleo. La ayuda social que recibía le valía para poco y por fin encontró un puesto a través de un portal de internet en una gran superficie de venta de muebles y artículos para el hogar en el centro comercial de Paredes (Siero).
No está relacionado con su profesión y tampoco trabaja las horas que quisiera, pues sólo son doce semanales, pero le permite sacar para sus gastos y poder estudiar y preparar unas oposiciones como bibliotecaria, ahora que se han convocado plazas en Asturias, que es lo suyo. "Se está reduciendo el paro, ¿pero de qué manera?", se pregunta, ante la precariedad del mercado laboral. Al menos, como es de Valdesoto, el empleo le queda cerca de casa, "a tiro de piedra". Así que está contenta y destaca el buen ambiente en el lugar de trabajo.
José Miguel Sánchez es un empresario de Siero que el año pasado se trasladó de local por ampliación de su negocio de pinturas en Pola de Siero y contrató a dos trabajadores. Explica que la clave para crecer en tiempos de crisis está en que se dedican a la venta a profesionales en Asturias, no sólo en Siero, y han tenido que mudarse de sede "para dar un mejor servicio". Además, "pretendemos seguir creciendo y abrir más tiendas. La idea es abrir en Oviedo, Gijón y Avilés", destaca José Miguel Sánchez.
Para Ana Molleda Rodríguez fue una gran noticia cuando Sánchez la llamó el año pasado para ofrecerle un empleo, se conocían porque ya habían trabajado juntos en el sector de la pintura. Ella llevaba casi una década en el paro. "Me llamó y aquí estoy, trabajando con Miguel", destaca, sin ocultar que está contenta.
Este empresario sierense también contrató a Adrián Torre, que aunque es de Sama, había estado trabajando anteriormente en la Pola, pero en un hotel. Él no tenía experiencia en el sector de la pintura y llevaba tres meses en el paro. Pero para este joven también fue un alivio volver a entrar en el mercado laboral.
Según los datos que maneja el Ayuntamiento de Siero, los meses en los que más contratos se realizaron fueron, por este orden, julio (1.669), junio (1.578), octubre (1.479) y mayo (1.464). El mes más flojo en cuanto a contratación en el concejo fue febrero, con 978.
En el informe también se recoge la población del municipio, que cerró el año pasado con 213 habitantes menos, pues en enero de 2016 había empadronadas 52.173 vecinos y diciembre finalizó con 51.960.
Los expertos achacan esta ligera pérdida de población a las circunstancias de la crisis y creen que en breve volverá a remontar el vuelo, como comentaron en LA NUEVA ESPAÑA. El caso de Siero es peculiar porque tiene núcleos muy habitados, como Lugones, la Pola o La Fresneda y otros con a penas vecinos.
