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La Pola | Maravillas del mercado

La huerta recibe la lluvia con alivio

"Hacía mucha falta el agua, pero tiene que llover más y nevar; ¡esto no es nada!", comentaban ayer en la Pola tras la sequía de las últimas semanas

Amadina Blanco, comprando para plantar guisantes y fabes. MARIOLA MENÉNDEZ

La de ayer no era agua de mayo -por ser de enero-, pero fue casi más esperada que la del refrán. La huerta asturiana necesitaba lluvia, así que las precipitaciones fueron muy aplaudidas en el mercado de la Pola.

"Hombre, ¡claro que se agradece! Hacía mucha falta el agua pero tiene que llover más y nevar ¡Esto no es nada!", apuntó Dionisio García mientras compraba una lechuga en el puesto de Miguel Martínez. Lamenta que las heladas de estos días "mataron todo lo que había" en la huerta. Aunque, como destaca Martínez, no se empieza a plantar hasta febrero. Ahora, en enero, tiene que ser en invernadero o bajo cubierto, para que las bajas temperaturas no arruinen la cosecha antes de tiempo.

Es como lo tiene María Pérez, que ayer llevaba para seguir plantando. Tiene de todo. "Se agradece la lluvia, aunque hay humedad, la tierra está húmeda, pero hacía falta, sobre todo, para la contaminación", destacó. Después de la helada, ese hielo se derrite con el sol y ese agua hidrata la huerta, argumentó.

"Hacía muchísima falta que lloviera porque había una seca muy grande", sentenció Amadina Blanco, de La Collada, que se acercó al mercado de la Pola para comprar unos arvejos (guisantes) y fabes de mayo para su sobrina. "Era necesaria el agua para todo, pero para la contaminación, más todavía", argumentó la sierense, ejemplo de la preocupación ciudadana sobre el aire de cuestionada calidad que se respiraba estos días en el centro de Asturias, con especial incidencia en Lugones.

"Se agradece mucho este agua porque hacía mucha falta para la huerta y la contaminación", destacó Miguel Martínez en su puesto del mercado. Aunque, al igual que Dionisio García, cree que "hacía falta que nevase..." Pero aún está aquí enero y febrero, meses en los que los copos se suelen dejar ver. Para sanear la tierra, tradicionalmente se ha considerado muy positiva la nieve. Así que en las huertas de Siero se la espera con agrado.

Hasta el mes que viene no será cuando los agricultores se empiecen a animar a cultivar y sembrar. Ahora es mejor hacerlo en invernadero para librar de las heladas. La lechuga, la patata, les fabes o los pimientos son los productos agrícolas que no suelen fallar en los huertos asturianos. Aunque Miguel Martínez reconoce que, como en todo, aquí también hay modas. Los clientes demandan mucho tomates de las variedades de corazón de buey o rosa. Son la novedad en los cultivos de la región.

En su puesto vendía ayer para plantarm a cubierto: berza, lombarda, repollo, brócoli, lechugas de distintas variedades -como francesa, escarola o de hoja de roble-, cebolleta, guisantes, fresas o fabes de mayo. Son los clásicos que nunca faltan y los más demandados. En los últimos años, como venía tan buen tiempo, se adelantaba el inicio de los cultivos. Éste, después de semanas de sequía, lo que se celebra es la anhelada lluvia aunque fastidie abrir el paraguas.

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