La Asociación Amigos del Hórreo de Asturias pide protección y actuación urgente para salvar de la ruina la panera del Puente Huetes, en Villaviciosa. El colectivo local Cubera también alzó la voz hace unos meses sobre la necesidad de intervenir para evitar la desaparición de la construcción de 1661, a la que se le ha hundido el tejado.
El presidente de Amigos del Hórreo de Asturias, Víctor Manuel Suárez García, se ha dirigido al Principado y al Ayuntamiento para alertarles de la situación. Al consistorio maliayés le pide apoyo para que los propietarios la restauren. Además, plantea que los presupuestos municipales reserven una partida de ayudas para "la restauración de hórreos y paneras de estilo Villaviciosa y tipo maliayo de valor etnográfico reconocido, independientemente de las ayudas que la administración regional pueda otorgar".
Suárez destaca que estas construcciones asturianas "son verdaderas joyas que tiene entre 300 y 400 años y están cayendo". Pero "cuando quedemos sin ellos, nos vamos a dar cuenta de su valor", lamenta quien es también el promotor de la recogida de firmas para pedir la protección de los hórreos. Achaca el deterioro que sufren muchos de ellos al despoblamiento de la zona rural y a que quienes quedan ya tienen dificultades para vivir del campo, así que como para disponer de capital para rehabilitar este patrimonio. "Cuando veo un hórreo, lo primero en lo que me fijo es en el tejado de la casa", destaca Víctor Manuel Suárez. Propone que los ayuntamiento incentiven con beneficios fiscales el mantenimiento de estas construcciones, como ya hace el de Villaviciosa. Critica que en muchas revisiones catastrales se aproveche para aplicar a los hórreos y paneras el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a pesar de ser bienes muebles.
La panera del Puente Huetes es de estilo Villaviciosa. Suárez destaca que es un patrimonio que está sin explotar turísticamente, a pesar de que es un gran reclamo para los turistas. "Es algo que tenemos y no lo promocionamos", insiste.
Esta emblemática panera maliayesa perteneció al Marqués del Real Transporte y lo han heredado sus nietos, los de Valdés Cavanilles, que rechazan pronunciarse al respecto. El asunto se trató en una comisión municipal de Cultura y en el último Pleno. El alcalde, Alejandro Vega, informó de que los propietarios propusieron donar la construcción al Ayuntamiento, aunque también barajan su traslado a Gijón. Vega plantea estudiar la donación con el coste que conllevará su rehabilitación. Valoran, en ese caso, su traslado a La Barquerina.
