"Es el punto en el que nos reunimos todos los días los jubilados y por eso lo llamamos 'El Benidorm' de la Pola". Son los jubilados incondicionales de la tertulia diaria en esta especie de marquesina situada justo al lado de la pista exterior del polideportivo municipal Leandro Domínguez, en la calle Párroco Fernández Pedrera. Una reunión que comenzó de manera informal en este rincón, lugar de referencia de la tertulia. Estos días es objeto de mejoras por parte del Ayuntamiento de Siero.
Desde hace un tiempo, los fijos de la tertulia venían denunciando que la acción de los gamberros había provocado un agujero en la cubierta de "El Benidorm". Aunque trataron de lidiar con el problema, algunos incidentes les llevaron a tomar medidas. "Un día le cayó un balonazo a un hombre que suele venir y se colocó bajo el agujero y entonces nos planteamos pedir una reparación", explica José Ludivino Fonseca.
A pesar de su insistencia, veían que su petición no tenía respuesta hasta que estos días comenzaron unos trabajos que consideran una gran iniciativa. "Estamos muy contentos, porque por fin se tenga en cuentan nuestras demandas, pues los mayores también contamos", señala el vecino Florentino Álvarez, que al igual que José Ludivino Fonseca llevan muchos años participando de las reconfortantes tertulias de "El Benidorm". "Hace unos treinta años que estaremos por aquí de continuo", explican.
Si bien en sus inicios esta especie de marquesina tenía un aspecto mucho más artesanal, en su día fue renovado cuando tuvo lugar la a construcción de la pista multiusos del exterior del polideportivo y ahora está siendo objeto de una mejora sustancial. Concretamente, los trabajos iniciados por el Consistorio tienen como objetivo una reparación consistente en la sustitución de la estructura y la cubierta tanto de la madera como de las impermeabilizaciones que acompañan a esta.
Trabajos a los que hay que añadir también el acondicionamiento de dos escaleras y sendas peatonales que se están hormigonando y pasarán a contar con pasamanos para evitar posibles resbalones y favorecer los desplazamientos de los peatones, en su mayoría jubilados, que se mueven por la zona tanto para acceder a una zona residencial como a los bancos que forman parte del mobiliario del parque del entorno del polideportivo. Obras todas ellas cuyo coste asciende a unos 6.000 euros que el Ayuntamiento ha tenido bien destinar a atender las demandas de estos vecinos de toda la vida.
Todo un logro para los lugareños que consideran que debería de tenerse más en cuenta la opinión del contribuyente. "Vemos como hay equipamientos millonarios sin uso y después no se atienden pequeñas demandas como las nuestras", sostiene Fonseca, que ahora centrará sus esfuerzos en convencer al Ayuntamiento de la necesidad de abrir la plaza cubierta para dar servicio diario a los paseantes que cada día utilizan sus aleros para no perderse las caminatas diarias ni en los días de lluvia. "Confiamos en que nuestros argumentos sean atendidos como ocurrió en el caso de 'El Benidorm'", declaran los vecinos, más tranquilos al saber que ya no recibirán más balonazos durante sus interminables e imprescindibles charlas.
